Un hombre se quitó ayer la vida clavándose una navaja en el pecho tras agredir a su exmujer, a la que dejó malherida, tendida en el patio de la vivienda de ella, en el número 52 de la avenida de América, en el barrio zaragozano de Torrero.

La agresión se produjo a las 9.15 horas. El hombre, de 28 años y nacionalidad colombiana, se abalanzó sobre su excompañera, española y de 31 años, cuando esta abría la puerta del patio desde el exterior. La empujó hacia adentro y allí comenzó a golpearla en la cara y a darle patadas. Le produjo varios cortes en los brazos y en el rostro y huyó cuando los vecinos, alarmados por los gritos de socorro de la víctima, abrieron la puerta.

El autor de la agresión, Didier B. C., se echó a correr y un testigo le puso la zancadilla. Cayó al suelo, pero se volvió a levantar y emprendió la huida por una calle cercana. A unos 300 metros del lugar de la agresión, a la altura del número 68 de la calle Lasierra Purroy, se clavó una navaja en el pecho y murió allí mismo.

Su excompañera fue trasladada en ambulancia a la Casa Grande para ser atendida de múltiples lesiones, tanto golpes como cortes. "Cuando la hemos atendido le caía sangre por la cara y tenía un corte sobre los labios, al lado de la nariz", comentó una vecina.

"La mujer tenía la cara y los brazos cubiertos de sangre", relató otra testigo presencial que pidió no facilitar su identidad personal. "Un vecino le ha hecho un torniquete, pues perdía tanta sangre por una herida del brazo que había riesgo de hemorragia", añadió.

"Él debía de estar esperándola", señaló otra persona que pasaba por la zona en el momento del suceso. "Del patio salían unos gritos desgarradores, y como nadie abría la puerta, me he puesto a tocar todos los timbres hasta que alguien me ha abierto".

"Él estaba muy furioso y la golpeaba sin parar, pero al abrirse la puerta ha salido disparado", agregó. "Alguien ha gritado '¡Paradlo, paradlo!', pero iba muy deprisa y lo hemos perdido de vista", indicó el mismo testigo.

Al parecer, una persona trató de sujetarlo hasta que llegara la persona, pero el agresor logró zafarse.

El hombre trabajaba en la hostelería, según relataron vecinos de la zona, que señalaron que creían que ella presta sus servicios como auxiliar en la clínica San Juan de Dios.

La expareja tiene un hijo de seis años. Se divorciaron hace unos años y sobre el hombre había una orden de alejamiento que expiró el pasado mes de abril, según informaron fuentes del Cuerpo Nacional de Policía.