Una mujer de 59 años de nacionalidad alemana fue asesinada por su pareja en la madrugada de ayer en el municipio mallorquín de Ses Salines. La víctima, Ika Hoffmann, recibió cinco heridas con un elemento corto punzante en el tórax y el abdomen por parte de su pareja, a la que, según los vecinos, conocía desde hace escasamente dos meses y con la que convivía. No constan denuncias previas por maltrato. "Lo siento, lo siento", repetía el presunto asesino, Celestino Rodríguez, de nacionalidad española, en el momento en que fue detenido.

Según los testimonios de los vecinos, ambos eran amantes de los gatos y simpatizantes de la asociación local que se encargaba de alimentar y cuidar a las numerosas colonias que existen en el pueblo. Allí se conocieron.

Solitario, sin teléfono móvil ni coche, Celestino Rodríguez solía salir cada día muy pronto de casa para frecuentar primero el bar de la gasolinera situada en la entrada del pueblo. Natural de Granada, hacía unos ocho años que residía en la colonia, según los vecinos. Alternaba etapas de trabajo con otros meses desempleado.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, lamentó el asesinato de una mujer. "No pararemos hasta erradicar la violencia machista que humilla, golpea y mata a las mujeres", señaló el líder socialista en una publicación en su cuenta de Twitter.

La semana que ayer terminó dejó cuatro mujeres asesinadas víctimas de la violencia machista y otras dos más que, aunque no figuran en las cifras oficiales por no ser pareja del agresor, han muerto a manos de uno de los presuntos asesinos.

La semana comenzó con un triple crimen perpetrado por José Luis Abet Lafuente, "el Moro", en Valga, que se había separado hacía apenas dos años de su mujer, de 39. Mató a tiros en presencia de sus hijos, de 4 y 7 años, a su exmujer, a la hermana, y a la madre de ambas.

Adalid V., una paraguaya de 30 años, fue asesinada el martes, y también en presencia de sus hijas de 8 y 10 años. Su expareja, de origen ecuatoriano, Francisco Giovanny M.C., de 42 años, la apuñaló.

Y el miércoles fue detenido por los Mossos d'Esquadra en Barcelona un hombre de 49 años y nacionalidad argentina acusado de un delito de homicidio y otro de malos tratos por dejar morir a su pareja cuando sufrió una hipoglucemia y grabar con el móvil su agonía y muerte.