Ni son inocuos ni un método para dejar de fumar. El Ministerio de Sanidad lanzó esta semana una circular en la que desaconseja el uso de cigarrillos electrónicos —especialmente en jóvenes, embarazadas y no fumadores— y estados como Nueva York ya han prohibido su venta. Todo después de que solo en EE UU se hayan detectado en los últimos meses un total de 530 pacientes afectados y seis muertos por una grave neumonía, cuyo único punto en común es que todos eran vapeadores. Neumólogos gallegos instan también a ser conscientes de los posibles riesgos que tienen unos cigarrillos “de los que desconocemos todos los ingredientes que tienen” y sus imprevisibles consecuencias para la salud a largo plazo.

Desde el servicio de Neumología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) siguen de cerca lo que sucede en EE UU. Este centro fue, en 2014, el segundo del mundo en diagnosticar una neumonía cuyo origen era el consumo de cigarrillos electrónicos. Se trataba de un hombre de unos 50 años, fumador de tabaco convencional y que llegó a tomar hasta cuatro cartuchos de e-cigarrillos al día, lo que equivale a 40 pitillos. “Tenía mucha tos, fatiga y cuando le hicimos las pruebas vimos que tenía una neumonía lipoidea exógena”, indica la neumóloga Ana Souto, quien asegura que el tipo de patología y los resultados de las placas del paciente coruñés son iguales al menos a los de media docena de enfermos de EE UU.

La voz de alarma la dio el pasado mes de julio un hospital infantil de Wisconsin. “Detectaron que en solo un mes habían atendido a cinco adolescentes con un cuadro respiratorio de neumonía grave sin que hubiera más en común en ellos que el uso de cigarrillos electrónicos”, explica Souto. Alertaron a salud pública y desde entonces se hizo un análisis de otros posibles casos en todo el país. Ya van 530 afectados en 38 estados y seis muertes, según los últimos datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). La revista especializada en medicina “The New England Journal of Medicine” publicó un artículo con el análisis pormenorizado de medio centenar de casos, registrados en Wisconsin, Illinois y Utah, en los que se demuestra que esta nueva patología respiratoria no es una neumonía común.

“Los pacientes presentan tos, fatiga, náuseas, vómitos, fiebre. Parece una neumonía, pero no responde como tal, ya que no mejora con el antibiótico, afecta principalmente a jóvenes —la edad media, según ese informe, es de 19 años— que precisan ser hospitalizados, algo que no es lo habitual”, indica Souto, quien resalta que es una patología grave y pone dos ejemplos: “El 60% de pacientes vio afectado el oxígeno y otro 60% tuvieron que ingresar en la UCI”. De ese medio centenar de casos analizados, seis de Utah “son similares en síntomas y cuadro al registrado en A Coruña”. “Teniendo en cuenta que no se han analizado la mayoría, no sabemos si habrá más casos similares y de todas formas no nos sorprende que haya diferentes manifestaciones de esta neumonía porque desconocemos todos los ingredientes de los cigarrillos”, sostiene Souto.

Pese a que las autoridades sanitarias americanas analizan todavía las posibles causas de este brote, el vapeo está bajo sospecha porque es el nexo común entre todos los pacientes: el consumo de cigarrillos electrónicos, unido en muchas ocasiones con productos como el tetrahidrocannabinol (THC), el principal componente psicoactivo de la marihuana.

Por ello, los neumólogos piden por los menos ser “cautos” con este tipo de dispositivos, casi unos recién llegados. “Estamos aprendiendo en todos, para saber los efectos y el daño que causaba el tabaco pasaron años y no podemos permitirnos que ocurra lo mismo”, indica Souto, quien recuerda que este tipo de dispositivos incluyen numerosos compuestos como “el líquido que lleva dentro, glicerina, el aroma”, pero ni se conocen todos, ni sus posibles efectos sobre la salud. “Algunos están aprobados para su uso digestivo, es decir, para ingerirlos, pero no sabemos qué puede ocurrir si se inhalan”, indica esta neumóloga, quien resalta que “no se sabe que efectos pueden tener a largo plazo”. Los especialistas reconocen estar “preocupados” con los casos de EE UU. “Creemos que esto puede ser solo la punta del iceberg y que haya más casos pero que no consulten, que crean que la tos es habitual”, indica Souto, quien resalta que si hay algo claro es que el vapeo no es inocuo.

Mitos sobre el “vapeo”

Los cigarrillos electrónicos llegaron hace apenas 15 años al mercado bajo la premisa de ser un nuevo método para dejar de fumar, como los chicles o los parches de nicotina. Pero esto es, según los expertos, solo un mito más sobre estos dispositivos. Ni son útiles para dejar el tabaco, ni son más sanos que los pitillos de toda la vida, pero el mensaje apenas ha calado en la sociedad, especialmente entre los más jóvenes. Solo uno de cada tres españoles de 14 a 18 años considera que usar a diario los e-cigarrillos puede causar problemas para la salud, mientras que el porcentaje sube al 91% si se le pregunta sobre los riesgos del tabaco convencional, según la última encuesta al respecto del Ministerio de Sanidad.

“Uno de los problemas es que la percepción de riesgo entre los adolescentes es mínimo”, indica la neumóloga del Hospital de A Coruña Ana Souto, quien recuerda que estos dispositivos llevan “glicerina, diferentes líquidos, aromas y no se conocen todos sus ingredientes ni sus efectos”. Además, se sabe que uno de los productos que hace que el dispositivo se caliente desprende una sustancia cancerígena. “Y otros están aprobados para su uso digestivo, pero no sabemos qué efectos pueden tener si se inhalan”, indica esta especialista, quien también deja claro que normalmente “el uso de estos dispositivos va unido al del tabaco o el cannabis” así que otro falso mito es que sirvan para dejar el hábito. “No son un método para dejar de fumar e incluso hay no fumadores que los usan y aunque debemos de ser cautos, no son inocuos”, sostiene esta doctora que recuerda que en 2016 ya los habían probado el 13% de adolescentes gallegos.