Un grupo científico multidisciplinar liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que los organismos unicelulares son capaces de aprender nuevos comportamientos mediante asociación de estímulos.

Este comportamiento se había constatado en diferentes especies animales, desde cefalópodos hasta seres humanos, pero nunca había sido observado en células individuales.

El hallazgo, que se publica en la revista "Nature Communications", muestra que las células pueden modificar su comportamiento durante la migración por asociación de estímulos.

Conocer estos procesos migratorios celulares es crucial, puesto que un error en el control de dichos procesos puede tener consecuencias graves como el retraso mental, el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y el cáncer, según señala el CSIC.