Bia Ferreira no puede borrar de su memoria "el día entero" que vivió recientemente convertido "en noche" debido al humo de los incendios del Amazonas. Tampoco puede eliminar la situación delicada de determinados grupos en su país, Brasil, donde se ha convertido en los últimos años en un icono de la lucha por los derechos feministas, de la comunidad LGTB y la libertad. Sus canciones buscan lanzar a la cara verdades sobre el racisco, la homofobia y el machismo que sacuden la espina dorsal del público. En su vídeo "Cota não é esmola", que acumula ocho millones de visitas en YouTube, deja a los asistentes a su concierto acústico pensativos en su denuncia sobre las dificultades de una niña de raza negra y pobre a la hora de recibir educación pública y de calidad en su país.

En su caso, la formación musical y universitaria no contó con esos obstáculos y hoy en día es una multiinstrumentista (toca más de doce) con reconocimiento que ha encontrado en Internet, sobre todo YouTube, la mejor arma para darse a conocer. Buena prueba es que forma parte del cartel de Cantos na Maré de este fin de semana en Pontevedra.

Ferreira subirá al escenario para tocar su violao (guitarra) junto a otros dos músicos más y presentar su nuevo disco,"Igreja lesbiteriana, um chamado". "El álbum parte de un propuesta de nuevas tecnologías para la supervivencia de personas negras y LGTB partiendo de la premisa de que Brasil es el país del mundo donde más gente LGTB es asesinada y el último país del mundo que abolió la esclavitud", explica.

Para ella, el "avance del conservadurismo de extrema derecha así como del movimiento religioso protestante ha traído una onda de violencia mayor contra el colectivo" de gays, lesbianas, trans y bisexuales.

"La gente aquí lucha por mantenerse viva. En cualquier momento de la noche que yo ande en la calle con mi compañera, puedo ser atacada. Esta semana, un chico fue atacado dentro de un autobús por el propio conductor. Le obligó a bajar del vehículo, donde estaba con su novio, y le pegó. Eso es frecuente aquí, todos los días", lamenta.

Esta realidad choca con otra: Brasil es uno de los estados del mundo donde está permitido el matrimonio entre gays, aunque Ferreira aclara que esa autorización no ha mejorado la situación del colectivo homosexual. "Hay gente que no puede casarse porque aún se necesita la autorización del juez para la unión. La mayor parte de los magistrados son conservadores cristianos. La gente aún lucha por el derecho a la laicidad del Estado", señala.

No es el único problema que Ferreira encuentra en su país y que busca denunciar con sus letras y música: "Negros e indígenas, que son gentes originarias de esta tierra, están sufriendo una política de exterminio", con varios fallecimientos diarios de chicos negros en su país, lo que culmina en cifras más propias de un lugar "en guerra" que en paz, denuncia. Como bien se ve, Bia Ferreira no se amilana a pesar de que la era Bolsonaro está introduciendo más sombras que luces sobre la libertad en sus 'dominios'.

¿Considera Ferreira que puede contribuir a cambiar este mundo con la música? "Yo, realmente, creo que es la educación la que transforma el mundo. Eso se puede conseguir con cultura, que es lo más importante. Eso es lo que hace que la gente no se vuelva misógina, que no agreda a una mujer...", respondió para añadir su defensa de los artivistas (una mezcolanza de arte y activistas) "Yo creo que la música y el arte tienen el poder de transformar culturas, pudiendo destruir el sistema del patriarcado", concluye.

La cultura y el arte de Bia Ferreira se podrán disfrutar mañana viernes en el escenario Fest Galicia de Cantos na Maré en la Praza da Pedreira junto a otras artistas a partir de las 19.00 horas con la entrada a siete euros. Más información del programa, en cantosnamare.com.