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Valentín Martínez Millet: "El GPS es menos preciso por las explosiones del Sol"

"La física solar es cada vez más relevante y está en auge"

Valentín Martínez Millet, en un momento de la entrevista. Foto: Miguel Ángel Montesinos

Responsable de la construcción del que será el telescopio más grande del mundo, Valentín Martínez Millet (Alicante, 1964) es todo un referente mundial en el estudio del Sol. Martínez mpezó a estudiar Física en la Universitat de Valencia y se especializó en física solar en Tenerife. Fue director del Instituto de Astrofísica en Canarias y desde 2013 trabaja en Colorado (EE UU).

- Se cumplen diez años del proyecto Sunrise. ¿Cuáles fueron los resultados?

-Era un proyecto alemán, con globos de la NASA, y con participación de Estados Unidos y España [Universitat de Valencia, institutos de astrofísica de Canarias y Andalucía, Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y la Universidad Politécnica de Madrid]. Vimos que aunque el Sol estaba en su mínimo de actividad -sin manchas solares- sigue siendo una estrella activa y magnetizada que afecta a la vida de la tierra.

-Parece más lógico estudiar el Sol cuando está en su máxima actividad...

-Sí, es cuando más impacto tiene en todo lo que hacemos en la Tierra, pero cuando está en mínimos puede ser menos catastrófico pero es más constante.

-El proyecto?SO/PHI, que usted ayudó a impulsar y que se lanzará en 2020, es heredero de Sunrise. ¿En qué consiste?

-Conceptualmente son idénticos, pero esperamos acercarnos más al Sol. A una unidad astronómica [la distancia entre la Tierra y el Sol], sabemos que los datos se confunden, porque 'viajan' y es difícil diferenciar qué ocurre en cada sitio y qué lo genera, por eso es fundamental acercarse. Todos los procesos solares -como las explosiones- son de origen magnético. Ese magnetismo está en constante cambio y no es relativamente estable como el de la Tierra. Es como los polos de los imanes, pero a gran escala. Intentamos entender cómo ocurren las explosiones, que no tienen un impacto en los humanos, pero sí en nuestra tecnología, que se ve influenciada. Por eso la física solar es cada vez más relevante y está en auge; nos piden que seamos meteorólogos espaciales, para predecir las tormentas.

-¿Sería una previsión a días vista, meses...?

-Tiene que ser de días. Una de las explosiones grandes del Sol tarda dos días en llegar a la Tierra; ese es el margen que queremos predecir, para saber su impacto.

-¿Hasta qué punto es real o ficticia la posibilidad de un gran apagón en el mundo?

-No quiero ser catastrofista: es posible pero muy improbable. Tenemos la referencia del evento de Carrington, en 1859, especialmente dañino. Los telégrafos se vinieron abajo o, mejor dicho, arriba, y empezaron a emitir señales sin sentido por las corrientes del Sol. No sabíamos qué pasó hasta hace 30 años: una mancha solar relativamente pequeña produjo la peor tormenta que conocemos. Ahora sabemos que tiene que estar cerca del meridiano que apunta a la Tierra; que debe haber varias, para que las primeras 'limpien' el espacio entre el Sol y la Tierra, y que la última sea la más rápida. El campo magnético terrestre es un escudo que nos protege de estos fenómenos y está apuntando hacia el norte en la parte que mira al sol, si el campo magnético del sol viene apuntando hacia el sur, es cuando se produce una tormenta importante. Tienen que darse todas esas coincidencias y cada ciclo solar hay unos pocos tanto por cientos de que eso ocurra. Se pueden crear apagones, como el de Quebec, en 1989, porque el problema es que los grandes transformadores de energía son muy difíciles de fabricar y si muchos sufren un cortocircuito, no se generan con rapidez. En Estados Unidos hay 120 y 10 de reserva, ¿qué pasa si caen 20?

-Sin ponernos catastróficos, dejando de lado el apagón, ¿a qué afecta el magnetismo del Sol en el día a día?

-Lo más importante ahora es que afecta al GPS, que se hace mucho menos preciso con las explosiones. Es un problema para las transacciones bancarias en bolsa, que usan GPS, y necesitan precisión de segundos, porque pueden haber pérdidas de dinero causadas por el Sol.

-Otro avance será el gran telescopio solar que ultiman en Estados Unidos, que pasará de 1,5 a 4 metros. ¿Cuál es el principal objetivo?

-Sí, en Tenerife hay uno de 1,5 metros y otro en California de 1,6. Ahora estamos en la última fase de construcción de uno en Hawai, de 4 metros, y antes de final de año ya apuntaremos al Sol. El objetivo es entender la física fundamental detrás de los procesos solares y qué genera las explosiones, para hacer las predicciones.

-¿Por qué ha habido problemas en Hawai para ubicar los telescopios?

-La población nativa considera que todas las cumbres son sagradas. En el pasado, los investigadores tenían menos conciencia y no pensaban que esto afectaba a las culturas locales. Hoy en día somos más conscientes y tenemos que aprender a convivir; la comunidad científica debe establecer una conversación con las culturas locales, y respetarnos. ?

-Europa también prepara un gran telescopio. ¿No sería mejor sumar esfuerzos con Estados Unidos?

-Soy amigo íntimo del líder del telescopio solar europeo, que es de Elda. ¿Debería haber una colaboración? Sí y no. La ciencia no se acaba con un telescopio. Si tenemos dos, lo mejor es que estén separados por 12 horas, justo como Hawai y Canarias: cuando es de día en un sitio, es imposible ver el sol en el otro, y viceversa.

-Ha hablado de la previsión del 'tiempo' en el Sol, de la física detrás de las explosiones... ¿en qué más se centran las investigaciones?

-Saber cómo la Tierra está conectada magnéticamente al Sol, también es importante para saber si hay vida en planetas como Próxima b, cercano a la estrella Próxima Centauri. No depende tanto de que haya agua, sino de que si esas explosiones magnéticas acaban con la vida, por la radioactividad. La mayoría de planetas tiene estrellas muy activas y muchísimo peores que el Sol, que es una estrella poco activa.

-¿Cuál es el futuro de la física solar?

-Los telescopios observan el espectro electromagnético y los satélites, las radiaciones. También se puede observar el Sol en radioondas, que no se hace mucho pero es muy importante porque nos permitiría anticipar las explosiones, difíciles de ver. La NASA ya se está acercando mucho y entra en la atmósfera del Sol. El futuro es observar al Sol con detalles que nunca hemos alcanzado.

-¿Cómo es el nivel de la física solar en España?

-España es líder, con Alemania, Japón y Estados Unidos; no tiene nada que envidiar. Nos vienen muy bien los observatorios en Canarias y estamos al nivel de los otros países, hasta el punto que en Estados Unidos buscaron al director del observatorio de Canarias.

-¿Y qué relación tiene la astronomía diurna con la nocturna? ¿Nos hemos empeñado más en estudiar siempre la noche?

-El Sol es una estrella, es una obviedad que hay que recordar. Es la piedra Rosetta de la astronomía, ves en detalle lo que no ves en otras estrellas y lo puedes trasladar. La física solar no puede estudiar el origen del universo, es muy raro que impacte en la cosmología. Lo positivo es que para estudiar el sol no tenemos que dejar de dormir (ríe).

-¿Cómo es la salud del Sol?

-El Sol está en forma. Tiene 5.000 millones de años y ahora está fundiendo hidrógeno y creando helio, y tendrá otros 5.000 millones de años más; no hay razón para preocuparse. Después, se acabará el hidrógeno y empezará a quemar helio. Se convertirá en una estrella gigante roja y la Tierra será absorbida. La vida será imposible, pero por eso buscamos otros mundos.

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