La nueva cita con el santuario de A Franqueira, en la romería de verano, unió ayer en esta localidad a miles de devotos.

Es la romería de la Natividad de la Virgen o de verano, un acontecimiento lúdico religioso que se remonta a varios siglos atrás, y es la romería más antigua de Galicia, pues el primer documento escrito que habla de asistir a esta romaxe es del año 1.300, según dijo ayer el rector del Santuario, Javier Alonso Docampo.

Los miles de asistentes se congregaron en la mañana, a pesar del calor existente, en torno a la iglesia, para pasar por debajo de la imagen, acudir a la misa mayor -presidida por el Obispo de Tui-Vigo, Monseñor Quinteiro Fiuza- y asistir a la procesión en la que la imagen es llevada en un carro de labranza tirado por bueyes del país.

En esta procesión el colorido lo ponen los componentes del grupo de danzas de la parroquia que interpretan durante todo el camino sus típicas danzas, que realizan también sobre un escenario frente a la imagen.

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A Franqueira: siete siglos de devoción

Las danzas son uno de los elementos más llamativos de esta romería de verano. La primera se hace chocando palos, la segunda entrelazando arcos y la tercera y cuarta enlazando cintas, la cuarta además haciéndolas girar sobre un mástil central de madera.

La romería se celebró también el sábado día 7 y vuelve a celebrarse hoy, aunque se espera menos público que ayer, día principal de la romería.

Durante todos estos días son miles los romeros a los que se les ve acercarse a A Franqueira subiendo los montes desde lugares remotos de Galicia.

Esta es una romería que destaca por la fe de los asistentes y durante el día de ayer pudo verse a los asistentes portando velas, exvotos de cera y ofreciendo distintas ofrendas a la imagen.

"Durante todos los días y desde muy temprano celebramos misas cada hora, pero las más esperada es la Solemne, oficiada a mediodía y tras la cual sale la hermosísima procesión", explica Alonso Docampo.

La procesión comienza con la salida de la imagen de la Virgen en un carro de labranza tirado por una pareja de bueyes desde el atrio de la iglesia. Delante de la Virgen va el pendón, el estandarte, la cruz parroquial y cuatro parejas de danzantes. La procesión se para delante del palco de la iglesia para contemplar las danzas y el drama de la lucha del moro y el cristiano.

Este drama es muy antiguo pero fue adaptado por el poeta Ramón Cabanillas. Es precisamente el texto de este autor el que se recita cada año y describe uno de lo milagros atribuidos a la Virgen de A Franqueira.. El cristiano representa a un militar vecino de A Franqueira que en la lucha contra la invasión musulmana fue hecho prisionero. En la prisión, el príncipe moro le ofrece toda clase de riquezas si deja de invocar a la Virgen.