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El lío normativo del patinete confunde a los usuarios

La DGT vetará circular por la acera, superar los 25 km/h y que vayan dos personas

El lío normativo del patinete confunde a los usuarios

La falta de una regulación para toda España y las numerosas trabas que han impuesto los municipios a los patinetes eléctricos han sumido en la confusión a muchos de los usuarios de un medio de transporte limpio pero cuya expansión se ha frenado en los últimos meses en la mayoría de las ciudades. El real decreto que debe establecer por dónde y en qué condiciones pueden circular sigue congelado en un cajón de la Dirección General de Tráfico (DGT) hasta que se constituya el nuevo Ejecutivo central, algo que puede ocurrir en septiembre o demorarse unos meses más si se convocan nuevas elecciones. Mientras, muchos ayuntamientos han aprobado sus propias legislaciones con normas a veces muy restrictivas e incluso contradictorias que pocos respetan.

La DGT ya anunció hace varios meses cuáles serían las líneas básicas de su regulación. España iba a ser un país pionero en Europa a la hora de establecer límites a un nuevo ingenio que parecía destinado a invadir las ciudades, con los consiguientes problemas de seguridad, sobre todo para los peatones. El primer pilar es que iba a quedar terminantemente prohibida la circulación de patinetes por las aceras y las vías interurbanas. También se iban a limitar los aparatos para que no sobrepasaran los 25 kilómetros por hora, a hacer controles de alcohol y drogas y a prohibir el uso de auriculares y de móviles. Tampoco se permitiría transportar a más de una persona.

Municipios sin ley

Los propios municipios solicitaron a la DGT que aprobara una normativa nacional que ofreciera cobertura jurídica y uniformizara en cierta medida las regulaciones locales, pero la farragosa tramitación a que está sometido un real decreto impidió que estuviera listo antes de las anteriores elecciones y, al fracasar la primera investidura, la aprobación se ha retrasado todavía más.

La gran mayoría de las ciudades han aprobado sus normas. Todas tienen en común que se impide circular por las aceras, pero en muchos municipios de tamaño medio o más pequeños no se ha tomado ninguna medida. Los patinetes pueden circular libremente y a la velocidad que quieran entre los transeúntes. Donde se ha prohibido en las aceras, muchas veces también se ha vetado en la calzada, con lo que al patinete solo le queda avanzar por el carril bici y, cuando este apenas existe, no queda espacio para el nuevo método de transporte. Algunos consistorios han vetado su uso incluso a los menores de edad, otros no.

Barcelona es la ciudad que más ha trabajado y difundido su normativa, aunque basta con dar una vuelta por la ciudad para percatarse de que su nivel de cumplimiento es escaso. Muchos usuarios siguen circulando con impunidad por la aceras. Peor aún, a pocos kilómetros de la ciudad hay municipios del área metropolitana donde aún no hay norma a la que atenerse.

Caída de las ventas

"El limbo legal y las trabas han hecho que mucha gente se desanime. El año pasado vivimos un boom, en todas las tiendas vendíamos algún patinete cada semana, pero este año ha habido un desplome. Ahora puede pasar un mes sin que salga ninguno", explica Raquel Álvarez, administradora de Cityboard, una de las empresas punteras de este sector. Su sensación es que el patinete ha sido "una moda que está pasando". "Ahora lo que triunfa y a lo que nos dedicamos cada vez más es a la bicicleta eléctrica plegable. Por algo más de dinero tiene muchas más prestaciones: si se acaba la batería no te quedas colgado y puedes ir por todas partes", explica. Si un patinete eléctrico bien equipado puede salir por unos 500 euros, por 200 más se puede adquirir una bici eléctrica plegable, cuenta Álvarez.

La mayoría de los países europeos, algunos de los cuales incluso habían pedido información a España sobre sus trabajos, han tomado ahora la delantera y están aprobando normativas bastante avanzadas. Francia vetará en septiembre la circulación por la aceras y a más de 25 kilómetros por hora, mientras que en Alemania está prohibido que circulen a más de 20 kilómetros por hora y se impide que lo conduzcan los menores de 14 años desde julio. También se exige el mismo seguro del que allí deben disponer los ciclomotores y las bicicletas eléctricas de alta velocidad (45 kilómetros por hora).

Otra vuelta de tuerca

La DGT plantea dar más adelante otra vuelta de tuerca a la regulación y exigir seguro, chaleco reflectante y casco. La decisión no está tomada, solo en fase de reflexión. Lo que descarta por completo es la creación de un carnet como en Israel. Desde enero, en ese país, para ir en patinete eléctrico y bicicleta es obligatorio obtener una nueva licencia de conducir, denominada A3, disponible a partir de los 15 años y medio, tras haber seguido un cursillo en la escuela.

La parte menos visible de la normativa española pendiente, la de las exigencias técnicas del vehículo, no deja de ser importante. Un vez se apruebe el real decreto, la DGT tiene previsto publicar en unos dos meses el denominado manual de especificaciones técnicas, que entre otras cosas establecerá la obligatoriedad de llevar luces delanteras, traseras y de frenado, intermitentes, frenos de disco, velocímetro, manillares de ancho homologado y una placa identificativa con un código QR.

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