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Bebidas que entran por los ojos

Bármanes gallegos desentrañan los secretos de un buen cóctel y cuentan las tendencias de este verano: desde manzana verde a una mezcla de café, vodka y tequila

Bebidas que entran por los ojos

Frescor, sabor y una dosis de desmesura convierten al cóctel en todo un éxito nocturno en el verano. Todos echan mano de él, desde grupos de universitarios a adultos y parejas de jubilados. "En estos meses vivimos una demanda altísima", señalan desde el pub de Salceda London Bar. La fiebre por este tipo de bebida a base de alcohol y zumo de frutas es palpable. Sin querer, el cóctel se ha colado en las despensas de los bares y hogares españoles hasta el punto de que el ranquin International Wine & Spirit Research (IWSR) sitúa a España en el tercer puesto en lo que concierne al consumo del gin-tonic.

"Las altas temperaturas y las vacaciones motivan el consumo del cóctel por estas fechas", afirma Demetrio Requejo, barman en el London Bar. Su actividad en el mundo de las bebidas con alcohol comenzó hace apenas 15 años y desde entonces ha explorado varios tipos de cócteles: agitado, refrescado, frozen y flambeado. Demetrio Requejo, además, prepara los monocócteles, es decir, batidos, granizados y purés de frutas que prescinden del alcohol. Su consumo es popular en todos los grupos de edad. En la tarde o al comenzar la noche los clientes disfrutan de una experiencia placentera con el sabor del maracuyá, lulo, mango, guanábana y guayaba.

A la pregunta del papel de la coctelería en nuestra sociedad, Willy Gómez lo tiene claro, para él es un arte. El pontevedrés fue campeón gallego y segundo en España en 2018 en coctelería, y mañana viaja a Panamá para participar en el XXIII Campeonato Panamericano de Coctelería donde competirá con representantes de países de habla hispana. Los aspectos claves para un cóctel ganador, revela Willy Gómez, serán la técnica, la pulcritud y el orden. También el aroma, el balance y la presentación.

La modalidad de cóctel del campeonato será la de aperitivo, que implica una menor cantidad de bebidas dulces como el almíbar y el sirope. "En España este tipo de cóctel no tiene popularidad, predominan más los cócteles dulces y tropicales que este año incorporan la manzana verde como novedad", afirma Willy Gómez. Para el barman pontevedrés, España está atrasada: "Es un sector que vive unos años gloriosos pero que no termina por despegar", opina.

Originalidad

La coctelería es un sector en continua renovación donde la originalidad se premia. Alimentos como el nabo, la zanahoria o el pimiento han hecho su aparición. El mismo Willy Gómez ha creado distintos cocteles. Del que está más orgulloso es el "Hanging forest": "Caminaba por una finca de Galicia, cuando conocí a un experto en plantas y me dio a probar una hierba, la vinagreta. En aquel momento desconfiaba del resultado de esta en un cóctel, ahora sé que fue sorprendente".

Guillermo ha trabajado con todo tipo de alcohol, y con botellas de whiskies de más de 3.000 euros. También ha trabajado con champagne de lujo e informa de la popularidad del aperol spritz hecho a patir de aperol (un amargo aperitivo italiano), Prosecco y soda.

El polo contrario de esta exclusividad lo representan los botellones nocturnos: beber con productos de baja calidad que no aportan más que dolor de cabeza. "Lo que a mí me molesta es el 'vale todo' con tal de emborracharse", afirma Willy Gómez. Aun así, reconoce que la gente joven es la más enterada sobre los cócteles. "Son los más conscientes. Identifican fácilmente un daiquiri frozen o un mojito". Guillermo les reprocha aun así que se dejen llevar por el precio económico, y los anima a adquirir bebidas de mayor calidad compartiendo el gasto.

Lo que distingue los cócteles de los botellones además es la preparación previa, la dedicación y el amor con que se elaboran los primeros. También presentan un respeto por los ingredientes tanto a la hora de seleccionarlos como a la de manipularlos. "Es tan importante la materia prima como los complementos", informa Ariana Montes del local Marina Cíes y añade: "Si la fruta es de mala calidad, al final el cóctel no sabe a nada". La tendencia reciente en muchos pubs, sin embargo, es la sustitución de un zumo natural de frutas por los purés preparados.

Ariana Montes comenzó en el Marina Cíes el primer año en que este abrió sus puertas en Samil. "En estos cuatro años he notado un aumento del consumo de cócteles", afirma. Mientras que los jóvenes apuestan por los cásicos como mojito y daiquiri, los adultos de más de treinta años suelen pedir tipos de cócteles más elaborados como un "expresso gregus", elaborado a base de vodka, café y tequila, o un "french mule", hecho de ginebra Bombay, zumo de lima y cerveza de jengibre.

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