Entre 1957 y 1973 se produjeron en España casi 800.000 Seat 600, un coche tremendamente popular que costaba desde 65.000 pesetas (unos 390 euros, aunque entonces equivaldría a 18.000 euros de hoy). De los pocos que aún quedan en funcionamiento, un centenar se concentraron ayer en Arcade.

El Club 600 de Soutomaior, que aglutina a unos cincuenta socios, ha cumplido ya un cuarto de siglo organizando actividades en torno al vehículo clásico. El 25 aniversario fue la excusa perfecta para que adeptos al modelo de toda España lo rodasen cientos de kilómetros; algunos venían de Barcelona, de Málaga o Bilbao, en total 200 personas en representación de 28 clubes.

A lo largo del fin de semana los 99 Seat 600 circularon por la costa pontevedresa, desde Oia hasta A Lanzada, donde ayer celebraron una comida. También rindieron un homenaje a los expresidentes del club local: Basilio Vidal, Santiago Reinoso, Juan Diéguez y Guillermo Álvarez recibieron sendas placas.

"Salvo un compañero que venía desde Toledo y se le paró el coche en Cesantes, todos completaron el trayecto sin problemas mecánicos", explicó Alfonso Lemos, presidente actual del Club 600 de Arcade, que comenta que "somos ya amigos y nos reunimos varias veces al año" hasta el punto de que "cuando nos juntamos no se habla de otro tema que del coche".

Lemos tiene uno de los últimos modelos, de 1972. Al encuentro se acercaron Seiscientos de hasta 60 años de antigüedad y curiosidades como el descapotable o el "800", la versión larga de cuatro puertas.

"La mayoría tenemos la versión normal. Hace unos años se hacían barbaridades con los Seiscientos, como reforzar el motor y ponerlo a 140 km/hora", apunta el portavoz del club de clásicos. "Ahora todos preferimos llevarlo a entre 70 y 90, la velocidad ideal para disfrutarlo".