En el competitivo mundo de la animación, Illumination logró un hoyo en uno con aquella delicia titulada "Gru, mi villano favorito". La historia en torno al supervillano convertido en amoroso padre de tres niñas y sus secuelas asentó la propuesta de la compañía, que en plena expansión logró otro éxito resonante con "Mascotas" (2016), de nuevo con Chris Renaud, director de cabecera del estudio, al frente de las operaciones. Para esta secuela, Renaud, respaldado ahora por el animador Jonathan del Val (al que tutela en su salto a la dirección), profundiza en la galería de personajes de la primera entrega, una selección de mascotas a cada cual más excéntrica, y le da una vuelta de tuerca a todo ese universo con una nueva incorporación. Si en la primera entrega el mundo de Max, el Jack Russell Terrier que protagoniza la saga, se veía completamente alterado por la llegada de Duke (un descomunal perro pastor inglés rescatado de la perrera por la dueña de Max), ahora será el nacimiento y posterior crianza de un bebé lo que alterará la vida del can y, por extensión, a todo el vecindario. Al igual que su primera entrega, "Mascotas 2" supone un consistente entretenimiento familiar, que hará las delicias de los niños y resultará lo suficientemente ameno para sus padres, que por otro lado encontrarán, en el caso de que tengan mascota, algunas divertidas escenas que les recordarán cómo es la aventura de criar a un bebé con un animal en casa.