El actor vigués David Pereira representa junto a Daniel Miguelanez, desde el pasado 2 de agosto, la pieza "Lorca: un teatro bajo la arena" en el 72th Edinburg Festival Fringe. Cincuenta minutos de teatro imposible que combinan de una manera brillante la poesía y las acrobacias.

Concursante en varios países de Got Talent, esta joven promesa ya ha trabajado con el Cirque du Soleil y continúa su ascenso en el mundo de las artes escénicas.

-¿Cómo surge "Lorca: un teatro bajo la arena"?

-Es una idea que ya tenía Indalecio Corugedo, el director. Inicialmente era algo que yo iba a crear con Daniel y otro actor. Pero un día Indalecio estaba viendo youtube y se encontró una de mis actuaciones en Francia Got Talent. Le gustó mucho lo que vio y cambió totalmente la idea de la obra que quería hacer, basada igualmente en "El Público" de Lorca. Después de eso comenzamos a hablar del proyecto, nos conocimos y me dijo que quería una obra con movimiento y texto. Le parecía la persona perfecta y así fue como comenzó todo.

-Las críticas que habéis recibido en el Festival Fringe son muy buenas. ¿Qué creéis que es lo que más impacta al público?

-Creo que lo que más gusta al público de la puesta en escena es la gran combinación que hemos llevado a cabo. El hecho de compenetrar, y no separar, el movimiento del texto, de la poesía y por supuesto de Lorca. Ambos actores nos involucramos al 100% con lo que estamos haciendo. Hace un par de días la crítica que nos dio 5 estrellas decía que la obra creaba un éxtasis físico y auditivo, al escuchar y observar lo que ocurre al mismo tiempo. Ofrece muchos estímulos.

-Sobre esta obra Lorca dijo textualmente: "creo que es mi mejor poema". Tu compañero Daniel se encarga del texto y tú de la parte más teatral. ¿Cómo se pone movimiento a las palabras?

-Lo primero, como en todo trabajo actoral, es acercarte a lo que vas a escuchar y al autor. Empiezas acercándote poquito a poco, jugando a moverte, sintiendo lo que evoca. Daniel es un gran actor y un gran poeta, las imágenes surgen fácilmente. Viendo lo el texto evoca en mí y lo que sucede en cada momento del ensayo se van registrando movimientos que puedan enriquecer la obra. Es compenetrarse con el mensaje que el otro te da y contestar con el movimiento. Un proceso de comunicación en el que contesto para que mi compañero me devuelva una respuesta.

-La obra de Lorca tiene un mensaje muy fuerte contra la homofobia. A pesar del surrealismo presente en vuestra representación, ¿la crítica se percibe?

-Lorca utiliza el amor universal en sí como mensaje, tanto en esta obra como en otras muchas. En su tiempo, reivindicó el hecho de que el amor es lo que nos permite y nos hace vivir el teatro, implicando al público con lo que ocurre en escena. Las máscaras, las reacciones del público cuando se enteran de que Julieta era un hombre, todas esas metáforas pretenden acercar al público a la homofobia. Desde mi punto de vista como actor el mensaje en sí es el amor al teatro, el amor a la vida, el amor al propio amor. Criticamos que Julieta no tiene por qué ser una mujer para que ese amor sea completamente excepcional.

- ¿Tenéis pensado seguir representando la obra en otros países?

-Es nuestra idea, nos encantaría representarla en España y en otros sitios. De momento nos quedan 14 días aquí y por lo de ahora recibimos muy buenas críticas, lo cual nos va a ayudar mucho. Al acabar veremos que opciones hay, tanto en el festival como en España y Latinoamérica. A mí llevarla a Vigo me encantaría, es uno de mis sueños.

- A pesar de estar centrado en esta obra ahora mismo, ¿estás trabajando en algún otro proyecto?

-Me he enfocado mucho en este proyecto estos últimos meses, porque necesita todo de ti. Tengo algunas actuaciones en Londres y una vez acabe esto, además de lo que pueda surgir de esta pieza, en enero está previsto mi propio show en el teatro Wintergarten de Berlín, durante seis meses.