El puente de los Agujeros de Tournai, al suroeste de Bélgica, originario del siglo XIII y reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial, quedó el pasado lunes demolido en gran parte para ser modificado y permitir el paso de embarcaciones comerciales de gran envergadura.

La nueva configuración del puente, que mantendrá el espíritu medieval, contará con un arco central ampliado a 12,5 metros para permitir el paso de cargueros de más de 2.000 toneladas por el río Escalda en su trayecto hacia o desde el puerto francés de El Havre, indicó el diario "Le Soir".

La reconstrucción de los arcos con hormigón armado y revestimiento de piedra en 1948 ha dificultado las operaciones de derribo, que se espera sean completadas a finales de esta semana. Los responsables de la obra han tomado precauciones para recuperar las piedras que caigan al cauce del río y esperan recabar unas 3.500 toneladas de materiales que serán reutilizados en la reconstrucción del puente.

La promesa de reconstrucción, que está previsto que concluya en 2021, no ha tranquilizado a muchos vecinos de Tournai, que de forma numerosa han expresado su pesar. Muchos contemplan con "resignación" y "consternación" la demolición de un símbolo de la ciudad e incluso han considerado una "vergüenza" que vaya a quedar modificado por razones económicas.