Tener hijos aumenta el riesgo de exclusión social: el 21% de los hogares españoles con menores a su cargo están en esta situación frente al 16 % que aquellos sin niños, y la cosa se agrava en las familias monoparentales y numerosas, en las que los porcentajes se elevan al 28 % y al 33 %, respectivamente. En el caso de Galicia, un 23% de familias con menores tienen problemas serios para llegar a fin de mes, al igual que el 23% de las familias monoparentales. Las familias numerosas gallegas en riesgo de exclusión suponen un 20%, mientras que las que no tienen menores a su cargo, un 16%.

En esta situación, el nivel de estudios vuelve a presentarse como una de las posibles tablas de salvación, puesto que la probabilidad de hundirse en situaciones de exclusión es tres veces menor en los universitarios que en los que no cuentan con los estudios obligatorios. Así lo afirma Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) en su publicación "Vulneración de derechos: infancia", en la que la organización vinculada a Cáritas constata que todos los indicadores que hacen referencia a las privaciones que se sufren en las casas españolas son superiores en aquellas que viven menores.

"La presencia de menores en el hogar incrementa el riesgo de caer en exclusión y pone a prueba la capacidad de las familias para mantenerse en espacios de inclusión e integración", abunda la organización.

Tomando como base la "Encuesta sobre integración y necesidades sociales" de 2018, realizada a 11.655 hogares y 29.953 personas, Foessa concluye que casi una tercera parte de los hogares con menores a cargo, un 29 %, tienen dificultades graves para llegar a fin de mes, una cifra que se reduce al 21 % en aquellos sin niños.

El motivo es, prosigue, el coste de la crianza; en este sentido, recuerda que organizaciones de infancia como Save the Children hab cuantificado entre 480 y 700 euros mensuales el aumento del coste de tener hijos, dependiendo del tramo de edad y la comunidad autónoma. "Parece evidente que las economías familiares se resienten cuando se dan procesos de crianza, y esto se corrobora en el análisis de la acumulación de deudas", dice.