España podría ser el segundo país del mundo, después de Islandia, en eliminar la hepatitis C, una enfermedad viral crónica para la que no existe vacuna, para lo cual sería necesario hacer "un esfuerzo final" de diagnóstico de las 50.000-70.000 personas que están infectadas y que aún no lo saben. Así lo asegura la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE) con motivo del Día Mundial contra la Hepatitis C que se celebra mañana, que matiza que España podría conseguir este reto "histórico" en 2024. "Tras haber tratado y curado a más de 130.000 pacientes, estamos en condiciones de hacer historia", sostiene el coordinador de la Alianza, Javier García-Samaniego, jefe de la Sección de Hepatología de La Paz, que advierte de que para ello será necesario diagnosticar y tratar a las personas que están infectadas y aún no lo saben, que se calculan entre 50.000 y 70.000.

La AEHVE recuerda que, según datos de Sanidad, la prevalencia de anticuerpos frente a la hepatitis C en población general de 20 a 80 años en España es del 0,85% y la de infección activa del 0,22%, con prevalencias más altas en varones de más de 50 años y en mujeres de más de 70. Se trata de una prevalencia baja en relación con los países de nuestro entorno, especialmente en infección activa, que hace viable y asumible el esfuerzo de diagnóstico preciso para avanzar, ya que además la prueba de la hepatitis C tiene un coste muy asumible, según esta alianza compuesta por las principales sociedades científicas y asociaciones de pacientes.