Tanto en España como en Portugal, ayer se celebró el Día de los Abuelos. Conocido por algunos e ignorado por otros, es una fecha señalada en el calendario no tanto por su carácter comercial, como lo pueden ser el Día del Padre o de la Madre, sino por el sentimental y reivindicativo.

Desde siempre, los abuelos han sido una figura esencial dentro del seno familiar, siendo en muchas ocasiones el pilar social y económico. En la actualidad, su relevancia se vuelve fundamental en muchos casos, sobre todo en lo que respecta al cuidado de los más pequeños.En España, uno de cada cuatro abuelos cuida de sus nietos, a los que dedican una media de siete horas diarias, según las encuestas europeas. En esta época del año, en la que no existen horarios ni actividades extraescolares, su labor de cuidadores se acentúa todavía más.

Durante el curso, Susi y Luis cuidan de su nieta Vera todas las tardes, cuando su madre tiene que ir a trabajar tras recogerla a la salida de la guardería. Están encantados, pero recalcan que los niños "necesitan actividad las 24 horas del día, por lo que a veces llegar al final de la tarde resulta agotador". Entre risas, explican como Vera juega con ellos al escondite o a tirarse por el suelo, lo que a cierta edad, según comenta Susi, no es tarea sencilla.

La situación de Mari Carmen y Juan es similar. Después del colegio, van a recoger a su nieto Hugo. Pasar las tardes con él, y también las mañanas durante el verano, es algo que no cambiarían por nada. Cuentan con humor que compartir tiempo con su único nieto "nos hace sentirnos jóvenes", además de cargarles de vitalidad. Hugo da a entender, tímidamente, que le divierte mucho jugar con sus abuelos en el parque o en su finca.

Aunque no siempre resulta ser así. Jorge y Marina, los abuelos de Mario, disfrutan de su nieto las tardes libres que tienen sus padres, ya que viven en el otro extremo de la ciudad. Según cuentan, la conciliación de la vida laboral en el caso de los padres de Mario es, por el momento, posible. Les gusta juntar a toda la familia y disfrutar de la "felicidad y alegría, es lo que recibimos". Hablan desde la experiencia con una gran sonrisa, ya que Mario es el pequeño de muchos nietos.

En estos tres casos, la conclusión es clara: la vitalidad que los nietos despiertan en los mayores de la familia es innegable, y como comentaron los abuelos de Vera, "se nota su falta cuando hay alguna tarde que no estamos con ella". Mari Carmen también lo tiene claro refiriéndose a su nieto Hugo, afirmando con emoción que "nos dio mucha vida".

En una especie de intercambio por esta energía con la que los pequeños deslumbran a sus abuelos, no se puede olvidar la labor educativa que, desde siempre y casi sin saberlo, ofrecen los mayores de la casa. Aunque con el paso de las generaciones su papel esencial parece haber crecido en cuanto al cuidado, estos que también fueron nietos rememoran con nostalgia los fuertes lazos familiares que los unían a sus abuelos.

Deterioro cognitivo

La relación entre los mayores y sus familias, especialmente con los niños, es muy beneficiosa, sobre todo a nivel cognitivo. Según una investigación publicada en la revista de la Sociedad Norteamericana de Menopausia, esta interacción mejora su vida social y ayuda a prevenir el deterioro cognitivo, así como enfermedades crónicas como el alzhéimer o la demencia.

Algunos de los mayores beneficios para los abuelos que cuidan frecuentemente a sus nietos son la mejora del estado del ánimo, el aumento de la sensación de productividad, el incremento de su nivel de actividad, el refuerzo de los lazos familiares y el hecho de que acrecienta su sensación de validez por la transmisión de valores.

Pero el cuidado de los nietos también puede repercutir de forma negativa en los mayores si no se establecen límites. Para que los beneficios sean óptimos, este debe ser moderado, ya que en exceso podría tener un efecto contrario por el desgaste físico y el estrés que implica.

El riesgo se incrementa cuando hablamos de mayores que soportan una doble carga: además de cuidar a sus nietos, también se encargan de familiares en situación de dependencia. Con el importante aumento de la esperanza de vida, es cada vez más frecuente que coexistan varias generaciones de una misma familia. Este escenario, definido por la trabajadora social Dorothy Miller en 1981, englobaba a los mayores en esta situación como 'Generación Sándwich'.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) exponen que el 13,6% de los hombres y el 14% de las mujeres mayores de 65 años cuidan a personas en situación de dependencia. Al mismo tiempo que la esperanza de vida, es problabe que estos casos sigan aumentando con los años.

Considerando la cantidad de esfuerzos que tanto abuelos como abuelas realizan a lo largo de todo el año, desde el amor y la paciencia, el reconocimiento de este día es merecido. Cabe preguntarse si están lo suficientemente valorados.

Susi, Vera y Luis

"Hay días que acabamos agotados, pero es una alegría cuidar de ella"

Mari Carmen, Hugo y Juan

"Pasar tiempo con nuestro nieto nos hace sentirnos jóvenes de nuevo"

Jorge, Mario y Marina

"Estar con los nietos es siempre felicidad, nos encanta"