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Andrés Pedreño Cánovas: "El salario a destajo del agricultor no lo contempla ningún convenio, es alegal"

"Existe una mano de obra inmigrante sometida a condiciones de trabajo muy degradadas, contrarias a los derechos humanos"

El profesor Andrés Pedreño. / Marccos León

El profesor titular de Sociología de la Universidad de Murcia Andrés Pedreño diserta en esta entrevista sobre el crecimiento de posiciones políticas extremistas como Vox al amparo del crecimiento de la agricultura intensiva en Almería o Murcia. En su ponencia "Siguiendo la pista de un accidente de trabajo: dominación e inmigración en el campo murciano" relata sus investigaciones desarrolladas en los ámbitos de la Sociología Rural y la Sociología del Trabajo, ampliando su campo de estudio a la inmigración y la integración de este colectivo.

-¿Qué ha querido transmitir sobre los accidentes de trabajo?

-He venido a significar que si el grupo político Vox ha obtenido de forma sorprendente tan buenos resultados electorales (por encima del 15 o 20 por ciento) en zonas como Almería y Murcia, en gran parte ha sido por el repunte experimentado en la agricultura intensiva, con mucha recolección de frutas y hortalizas para la exportación. Para su desarrollo se ha necesitado de mucha mano de obra asalariada, que no ha sido suficiente en el reclutamiento en el mercado local, e incluso nacional. Se recurrió entonces a las migraciones internacionales, fundamentalmente de Marruecos y Ecuador, además de subsaharianos, africanos en general, y algo de la Europa del Este (Rumanía, Bulgaria), en menor número.

-¿En qué punto comienza la investigación central de su relato?

-A partir de un accidente de trabajo, ocurrido el 26 de abril de 2016, en el que de ocho ocupantes jornaleros marroquíes que iban en una furgoneta de trabajo murieron cinco y tres quedaron heridos en el traslado a los campos de trabajo. Fue ahí donde se volvieron a poner de manifiesto las condiciones de trabajo de los inmigrantes en el campo murciano: degradación de las condiciones salariales, sufridas por este colectivo más vulnerable que es el marroquí. Esta furgoneta es síntoma de cómo han proliferado las empresas de trabajo temporal (ETT), muchas de ellas en condiciones ínfimas, de dudosa legalidad.

-¿Cuál es el modo de contratación que tienen las ETT a las que hace referencia?

-Es algo formal, pero con funcionamiento alegal, como se desprende de la puesta en práctica del salario a destajo, que no lo contempla ningún convenio colectivo: el pago es según las piezas que se recolecten.

-¿Tan inadecuado es este funcionamiento que no hay nada establecido, aunque sea mínimamente?

-No hay nada. El convenio colectivo establece el salario mínimo interprofesional, pero estas ETT funcionan con el salario a destajo. Estos trabajadores salieron a las cinco de la mañana de Cartagena, a las siete y veinte ocurrió el accidente en Lorca, y llevaban más de una semana trabajando a destajo, incluyendo al que conducía la furgoneta. Las condiciones salariales están detrás de esta situación de tanta explotación, que lleva a los accidentes de trabajo. En el año 2001 ya hubo otro accidente en el que murieron doce trabajadores ecuatorianos en Lorca. Fue en una furgoneta que iba con sobrepeso, se quedó bloqueada en un paso a nivel y fue arrollada por un tren. Ellos, además, eran ilegales, estaban sin papeles.

-¿Qué consecuencias tuvo ese otro accidente?

-A partir de ese caso hubo una regulación en los contratos. En el caso que nos ocupa sí hubo una inmediata campaña de control a las furgonetas, de sus condiciones y necesidades, que no ha tenido seguimiento y, por tanto, ha dejado de tener eficacia.

-¿Cuál es su conclusión a raíz de todos estos casos?

-La existencia de una mano de obra inmigrante, sometida a condiciones de trabajo muy degradadas, que es contraria a los derechos humanos y la democracia. Si queremos una democracia, tiene que haber unas buenas condiciones de trabajo y se tiene que cumplir el derecho del trabajo. Hay que tomar conciencia.

-¿La empresa de trabajo temporal en el momento de la contratación les tendía un seguro a esas personas a las que se refiere en su investigación?

-Se trata de un accidente "in itinere" (hacia el trabajo) y, no llegando hasta el fondo de la cuestión, algún tipo de indemnización les habrá llegado a los heridos y las familias. Lo verdaderamente espeluznante de esta cuestión se refiere a que la misma empresa contratante, en lugar de contratar, recurre a crear una nueva empresa de trabajo temporal compuesta y conformada por inmigrantes.

-Luego, ¿hay cierta complicidad? ¿Las personas encargadas de esta subempresa asumen todos los riesgos?

-Pues no les queda otro remedio que aceptar; no tienen más opciones.

-¿Qué ocurre con las inspecciones de Trabajo?

-Las inspecciones de Trabajo están detrás de condiciones de trabajo de alta explotación. Es una cuestión teórica; en la práctica, todo sigue estando igual.

-Mas, llegados a casos de esta naturaleza, la Inspección de Trabajo tendría que depurar responsabilidades, ¿no es así?

-Sí. La Inspección de Trabajo no solo exigiría la correspondiente indemnización sino que también podría multar.

-Ya no nos estaríamos moviendo en el terreno de lo alegal? ¿Podría hablarse de una cuestión de ilegalidad palmaria?

-Esto lo decidirá finalmente la Magistratura de Trabajo. Puede haber una condena en firme por parte de esta. Eso sí, nunca han sido retiradas autorizaciones administrativas a empresas de trabajo temporal. Ha habido actuaciones: sanciones, multas? pero retiradas de autorizaciones no.

-Entonces, ¿los heridos y las familias se han visto resarcidos?

-No formalmente. Quizá haya habido acuerdos amistosos (acuerdos en la indemnización económica?).

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