Se dice que las gentes de Sabucedo están hechas de otra pasta. La tradición los escogió hace cinco siglos y su vínculo con los caballos que viven libres en los montes que rodean esta aldea de A Estrada corre a galope tendido por sus venas. Solo así se explica esa combinación de arrojo y profundo respeto. Una treintena de estos aloitadores pisaron ayer la arena del curro del Campo do Medio en el primer encuentro de la temporada. Hombre y caballo de nuevo frente a frente. Lo presenciaron 1.800 espectadores en un graderío en el que no pudieron encontrar un sitio las más de un millar de personas que se quedaron sin entrada.

No importa cuántas veces se haya visto un curro en Sabucedo. Es cierto que la dinámica se mantiene, fiel a los dictados de un legado que se perpetúa generación tras generación. Sin embargo, cada intento, cada salto -aun sabiendo que las artes de estos hombres y mujeres se acabarán imponiendo a la rebeldía del animal para garantizar que salga del recinto rapado- invita a contener el aliento y casi a sentir el sabor de la adrenalina en la boca. En la tarde de ayer hubo muchos de estos momentos y todos ellos terminaron en enardecido aplauso.

El primer curro del año en la única parroquia de A Estrada que atesora una Fiesta de Interés Turístico Internacional comenzó puntual. Como marca la tradición, los niños fueron los primeros en intervenir, separando hábilmente los potros. Después tomaron el relevo los aloitadores, que este año se enfrentaron a más de 200 animales, un número más reducido que en ediciones anteriores. El presidente de la asociación Rapa das Bestas, Henrique Bazal, explicó que por la mañana los de Sabucedo regresaron al monte para intentar reunir más caballos. Sin embargo, reconoció obtuvieron un flojo resultado.

Lo que sí se garantizaron estos guardianes de la ancestral Rapa es que O Raio, uno de los garañóns -así se llama en Sabucedo a los machos dominantes de las manadas- más esquivos, pise hoy la arena por vez primera. Por tanto, el segundo curro de la temporada (hoy a las 12.00 horas) promete.