Los problemas faringolaríngeos también aumentan durante esta estación del año debido, fundamentalmente, a los cambios bruscos de temperatura, al aire acondicionado, al consumo de bebidas frías, al abuso vocal, y a los excesos en la ingesta de alcohol y comidas. Las principales afecciones son las laringitis y las faringitis no infecciosas. "Se trata de procesos benignos, pero que pueden ser muy molestos", explica el doctor Roberto Valdés.
En Galicia, donde las temperaturas diurnas y nocturnas varían mucho en verano, son frecuentes los problemas de garganta como faringitis irritativa y la vírica.
"Los cambios de temperatura bruscos alteran mucho el sistema inmunológico y es más fácil coger infecciones, y las respiratorias son las más frecuentes, sobre todo las víricas", explica el jefe de Otorrinolaringología de Povisa. Protegerse de estos cambios de temperatura puede evitar estos molestos trastornos.
La irritación química de la mucosa de la faringe también puede ser consecuencia de la exacerbación o aparición de reflujo del ácido gastrofaríngeo, por lo que el especialista recomienda la moderación en la ingesta de comida y bebidas alcohólicas.
Las laringitis también son muy frecuentes en verano. Se deben a una inflamación, no siempre a una infección, de la laringe, y produce dolor, tos, dificultades al tragar y alteración de la voz (disfonía o afonía). "Las alteraciones de la voz también pueden darse también por forzar la voz Si estás en un lugar con ruido, gritas más y es fácil que acabes teniendo una disfonía, y Vigo es superruidosa; una de las ciudades más ruidosas de España", explica.
