Junto a Winona Ryder, David Harbour es el ancla adulta de "Stranger Things" y, en una entrevista con Efe, el actor que interpreta el jefe Hopper afirma que siente el deber de cuidar y orientar a los jóvenes protagonistas de la serie, pero asegura también que no necesitan de "sobreprotección".

"Siento las mismas cosas que imagino que siente un padre, ya que no tengo hijos. Pero por supuesto me siento protector de ellos. Siento amor y también me siento orgulloso de ellos. Pero luego me doy cuenta de que están bien, de que les va bien. Realmente no necesitan mi sobreprotección", aseguró, entre risas.

La fama mundial irrumpió en la vida de estos jóvenes, especialmente en el caso de Millie Bobby Brown (Eleven), pero Harbour confía en que sabrán sortear con madurez y pericia los peligros de Hollywood. "El mundo cambia, los medios cambian, y los niños en general son más inteligentes y espabilados sobre crecer en la era moderna que la gente vieja como yo", consideró el actor, quien bromeó con que no quiere ser como los abuelos que gritaban a sus nietos por escuchar rock.

La nostalgia ochentera y las aventuras entre cómicas y terroríficas de "Stranger Things" regresan a Netflix, que estren a hoy la tercera temporada de esta serie que se ha convertido en uno de los grandes fenómenos televisivos de los últimos años. Muy poco se puede contar de las nuevas travesuras de los niños de Hawkins y las oscuras fuerzas del mundo paralelo Upside Down, ya que el secretismo rodea a "Stranger Things" de tal manera que los periodistas que cubrieron la promoción de la tercera temporada recibieron una extensa lista de puntos de la trama que no podían mencionar en sus artículos. "Esta temporada es muy sorprendente", contó Harbour (Nueva York, 1975) con una sonrisa ante tanto enigma. "Especialmente el octavo episodio, el final de esta temporada. Pasan muchas cosas magníficas y majestuosas que son muy sorprendentes y que no esperaba", prometió.

El estadounidense mostró su amor incondicional por su personaje, el jefe Hopper: un policía entrañable, pero torpe; valiente, pero a veces desesperante. "Es como un viaje en el tiempo a esos protagonistas de los años 80 con los que crecí", apuntó. "Nick Nolte interpretó muchos de esos personajes, Harrison Ford, Gene Hackman, incluso Walter Matthau. Eran buena gente que había pasado por muchos traumas y que no siempre se comportaban bien (...). Me gustan esos roles que están rodeados de mucha oscuridad pero tienen una luz interior", aseguró.