- ¿El futuro del mieloma está en la inmunoterapia?

-Respecto a los tratamientos, yo pediría cautela con los titulares porque aún no podemos hablar de curación y no se pueden dar falsas esperanzas. Soy muy optimista, pero hay que ser un poco sensato porque no todo el mundo gestiona la enfermedad de la misma manera y, además, aún falta mucho para cumplir las expectativas que todo el mundo desearía. Mucha esperanza en los nuevos tratamientos sí, pero también mucha cautela mientras no se desarrollan del todo.

- ¿Cuál es el objetivo de la jornada de hoy en Vigo?

-Lo que pretendemos con estas sesiones, que organizamos en toda España, es acercar a los pacientes de mieloma a los hematólogos para que puedan enterarse y también preguntar, en un ambiente más cordial, tomando un café, cualquier duda que tengan porque muchas veces en la consulta no se atreven a preguntar.

- ¿Por qué?

-A veces, por falta de tiempo, otras porque vamos acompañados de un familiar y no nos atrevemos a preguntar delante de él. Estas jornadas son puntos de encuentro, en las que los pacientes se reconocen en otros y se sienten más libres para preguntar cosas que se callan por miedo. Esto ocurre con los efectos adversos, que muchas veces el paciente oculta porque tiene miedo a que le retiren el tratamiento y empeore. Esto es algo muy común en todas las enfermedades. Pero cuando estás con pacientes a quienes les pasa lo mismo, te sientes más cómodo para hablar. Y los médicos tienen también una visión diferente de la que tienen en la consulta.