Los socios de la SGAE han dicho no a los nuevos estatutos. Se abre así un nuevo escenario en el que Cultura podría retirarle la autorización como entidad de gestión y donde la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC) los expulsaría. En un ambiente de tensión, según algunos socios, la asamblea general de la SGAE rechazó, por tercera vez, el nuevo texto estatutario. En esta ocasión, pese a haber tenido un porcentaje del 62,78% de síes (15.502 votos) el nuevo texto no fue aprobado al no conseguir los dos tercios necesarios, el 66,6%.

Un 36,07% de socios votó que no (8.907) y el 1,14% se abstuvo (282). En esta asamblea general votaron 1.356 socios de los 18.000 que tienen derecho a voto. Entre los que pidieron el sí estaba el cantante Pau Donés, mientras que en el bando del no se posicionaron Inma Serrano, miembro de la actual junta directiva; el expresidente de la SGAE José Miguel Fernández Sastrón, y los miembros de la Coalición Autoral. Con este resultado, la SGAE está más cerca de ser intervenida parcialmente por el Ministerio de Cultura, que recurrió el pasado viernes el auto de la Audiencia Nacional por el que se rechazaba la intervención judicial de la SGAE solicitada por el Gobierno, y la remoción de sus órganos de representación, al entender que no era competente para ello.