Los Mossos d'Esquadra localizaron ayer un cadáver en la casa de Terrassa (Barcelona) donde buscaban el cuerpo de Mònica Borràs, horas después de la detención de su expareja por su supuesta vinculación con la desaparición de la mujer en agosto de 2018.

Según informaron fuentes de la investigación, agentes de la policía científica, que buscaban el cuerpo de la mujer con la ayuda de un georradar y varios picos para remover la tierra de una zona ajardinada de la vivienda que Borràs compartía con su expareja, hallaron un cadáver tras horas de exploración. Los forenses le practicarán la autopsia para intentar corroborar que se trata de la mujer desaparecida en agosto del pasado año y para determinar las causas de la muerte.

El registro de la vivienda, ordenado por el juzgado de violencia machista de Terrassa, se inició por la mañana en presencia del detenido y, tras una pausa al mediodía, se retomó por la tarde, cuando finalmente apareció el cadáver.

La desaparición de Borràs, de 49 años, fue denunciada en Terrassa en agosto de 2018 por el ahora detenido, lo que motivó que los Mossos d'Esquadra abrieran una investigación con el fin de localizarla y difundieran su fotografía y descripción física, apelando a la colaboración ciudadana. Diez meses más tarde, los Mossos d'Esquadra detuvieron a su expareja por su presunta relación con la desaparición.

Cuando la mujer, de 49 años, fue vista por última vez con vida no llevaba ni su bolso, ni su teléfono ni su documentación, lo que hizo pensar a los investigadores en una desaparición en contra de su voluntad.