Se podría decir que la estrella Teegarden, una enana roja, es uno de los soles que menos calientan. Pese a estar a solo 12,5 años luz de distancia de la Tierra, al ser tan pequeña y emitir una luz tan tenue, la estrella no fue identificada hasta 2003. Investigadores españoles, trabajando en un proyecto internacional, han descubierto dos exoplanetas que orbitan alrededor de esta pequeña estrella y que podrían albergar agua líquida en sus superficies, lo que facilitaría la vida.

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Institut d'Estudis Espacials de Catalunya han participado en un estudio internacional realizado por el consorcio Carmenes ( Calar Alto High-Resolution Search for M dwarfs with Exoearths with Near-infrared and optical Échelle Spectrographs) que ha descubierto estos dos pequeños planetas terrestres, Teegarden b y Teegarden c, alrededor de Teegarden.

El primero tiene una masa similar a la de la Tierra y orbita la estrella cada 4,9 días, mientras que el segundo completa su órbita en 11,4 días. La temperatura en la superficie de Teegarden c está entre cero y cien grados, por lo que podría tener agua líquida en la superficie.

Las observaciones se han realizado con el instrumento Carmenes en Calar Alto (Almería), así como con otras instalaciones complementarias de menor tamaño, como el Telescopi Joan Oró del Institut d'Estudis Espacials de Catalunya, en el Observatori Astronòmic del Montsec (Lérida).

Mathias Zechmeister, investigador de la Universidad de Gotinga (Alemania) y autor principal de la publicación, explica que el equipo lleva tres años observando esta estrella, midiendo su movimiento con gran precisión. El método utilizado para la detección de los planetas es la denominada técnica Doppler. Cuando un planeta orbita una estrella causa un pequeño movimiento reflejo de ida y vuelta. Este movimiento induce un efecto Doppler muy sutil en la luz de las estrellas, que con Carmenes puede medirse con una precisión de hasta 1 metro por segundo, señala el CSIC.

Para entender el efecto Doppler se puede pensar en el sonido que produce la sirena de una ambulancia, que cambia según se acerca o se aleja: cuando se acerca a nosotros, su sonido sube de frecuencia, suena más agudo. Al alejarse, baja, suena más grave. Este efecto se produce también en la luz. Cuando los planetas, estrellas y galaxias se alejan producen un desplazamiento al rojo en la onda de luz. Y cuando se acercan, al azul.

Como recuerda el divulgador científico gallego Álex Riveiro (@alex_riveiro en Twitter), es muy poco habitual que se logre observar un planeta extrasolar de forma directa. Así que el objetivo que se suele elegir son enanas rojas, estrellas más pequeñas y frías que el Sol. "Los planetas a su alrededor ejercen una mayor influencia gravitacional sobre su estrella y, por tanto, es más fácil captar la variación producida en su movimiento por culpa de un planeta a su alrededor. Si la estrella fuese mucho más grande, como el Sol, el movimiento producido por la gravedad de un planeta sería mucho menor y más difícil de captar", explica.

Riveiro destaca también el dato de que Teegarden es una estrella mucho más vieja que el Sol. Tiene 8.000 millones de años, y por tanto sus planetas también. "Eso quiere decir que, si hubiese algún tipo de vida, ha tenido muchísimo más tiempo para evolucionar que la de la Tierra -apunta-. Además, resulta que es una estrella muy tranquila, especialmente en comparación a otras enanas rojas. Emite pocas llamaradas, y eso implica que las condiciones deberían ser mucho más favorables para sus planetas".

Por otro lado, no es una estrella "moribunda", sino muy longeva: "El Sol, de principio a fin, vivirá 10 000 millones de años -señala Riveiro-. Ahora mismo está a mitad de camino, tiene algo más de 4500 millones de años. Las enanas rojas son muchísimo más longevas. La estrella de Teegarden vivirá billones de años".

De momento, precisa Álex Riveiro, no se ha logrado confirmar la presencia de agua en la superficie de ningún planeta cercano, aunque es algo que se espera que se pueda lograr en los próximos años, con la llegada de telescopios de nueva generación y mejor tecnología.

Álex Riveiro- Divulgador Científico

"Si hubiese algún tipo de vida, ha tenido mucho más tiempo para evolucionar que en la Tierra"