Cinco premios de 200 euros -en las categorías de mejor diseño de juego, mejor juego, mejor música, mejor arte, mejor jugabilidad y un premio especial del jurado- sirvieron para premiar el esfuerzo del desarrollo de videojuegos indie. La Escuela de Imagen y Sonido de Vigo (EISV), que jugaba en casa con su creación, Leap of Faith, resultó entre los ganadores. "El juego, para plataformas VR, se basa en escalar edificios y hacer parkour para desplazarse por el escenario de una ciudad futurista", explicaron David Lago, junto a Iago Pena, Rubén Quintas y Daniel Conde. "Es un paso más en nuestro desarrollo personal, cada uno en su faceta", añadieron los cuatro alumnos de la EISV.

El Sea Bubble, de KST (Knights of the Strange Table), empresa de A Coruña,también fue premiado por la jugabilidad. "Vemos el premio como una motivación y una fórmula de ganar visibilidad, al tiempo que vemos que el juego gusta mucho", indica Aida Vidal, de programación, que forma parte de un equipo de unas diez personas: el creador artístico Diego Cambre, el responsable de efectos, David Neira, el modelado de Fran Calo, entre otros.

"FARO Gaming ha sido un éxito rotundo", aseguró el responsable del CES Academy -el programa más ambicioso del Campeonato de España de Simulación-, José Iglesias, conocido como "Coti". El CES trajo al evento, celebrado en Vigo durante todo el fin de semana, lo último en simuladores de conducción deportiva para jugar al videojuego "RaceRoom". Tras la ronda final celebrada ayer, los seis finalistas vivirán la experiencia de conducción real en un circuito de Valencia.

El corredor Manu Rey, que recibió el sobrenombre de sus ascendentes paternos, "O Largo", fue el vencedor, primer clasificado, tras una carrera con doce jugadores que optaban a seis plazas para competir próximamente en el circuito de Cheste. "Es un gran paso a nivel de competición. Había mucho nivel de pilotos llegados desde Asturias y diferentes lugares de Galicia... La satisfacción personal que me llevo tardará tiempo en olvidarse", reconoció aún con los nervios a flor de piel Manu Rey. De hecho, su abuelo y su padre fueron pilotos, oriundos de Carballo (A Coruña) y vinculados con el mundo del motor. Su abuelo, con 100 años, sigue conduciendo y su padre se dedicó profesionalmente a los concesionarios de coches. "A ver si algún día puedo dar el salto a la competición real, es un sueño", aseguró el joven de 31 años que también juega al baloncesto en el equipo local de Carballo.

El segundo clasificado fue el asturiano Iván Blanco, y el resto, son de origen gallego: el tercero fue Daniel Rodríguez, el cuarto Rubén Rodríguez, quinto Jonathan Álvarez y el sexto Jonathan Estévez.

"He estado súper absorbido por la coordinación tan exigente de 12 simuladores, que requiere de un gran esfuerzo; especialmente el sábado, día que tuvimos una participación altísima con muchos chicos entre los 10 y los 16 años", ahondó José Iglesias, "Coti". "Pero a nivel competición, se vivió mucho compañerismo, que es algo que fomentamos en el campeonato de España en simulación", insistió el responsable de CES. La academia trata de captar no solo a pilotos del mundo gaming, sino a futuros pilotos en el mundo real.

"Ha sido un éxito. Estoy sorprendido por la gran escala del evento en este auditorio enorme y con todo muy bien organizado, es un orgullo que me hayan traído", coincidió Jaime Álvarez, más conocido en el escenario de los videojuegos competitivos como Gravesen, -el mejor jugador de España de FIFA y vigente campeón nacional, título que este 2019 ha conquistado por quinta vez-. Precisamente, ayer viajó a FARO Gaming, evento organizado por el diario decano, para entregar el premio del Torneo de Fifa al joven lucense Eloy Vázquez, de 15 años, que resultó ganador tras lograr invertir un marcador que comenzó en contra de su equipo.

"A largo plazo creo que a FARO Gaming le irá bien y es de agradecer que lo apoyen instituciones. Era un evento necesario porque se ha visto que hay público que lo demanda", sostuvo el inlfuencer del mundo de los videojuegos Gravesen, que se considera medio gallego, a pesar de residir en Oviedo. Hasta los siete años vivió en Vigo porque su padre trabajó en una cantera de O Porriño y estudió y jugó al fútbol en el Colegio Santiago Apóstol. A pesar de estar en la cresta de la ola de mundo gamer, aún estudia a distancia, de manera que puede compaginar sus estudios con sus competiciones. "Yo nunca he dejado de estudiar mi ingenería informática; tienes que tener un plan B. Aunque es un mundo muy bonito que está en alza, no puedes abandonar la vida tradicional", aconseja a sus seguidores.

Por su parte, Eloy Vázquez recibió el premio "emocionado". Era el primer gran torneo en el que competía y junto con su padre Amador, que le acompañó al Auditorio Mar de Vigo, aseguró que también juega al fútbol y hacerse gamer profesional aún no entra dentro de sus planes.

Centenares de aficionados se citaron este fin de semana en el Auditorio Mar de Vigo. Se trató del mayor evento de videojuegos, eSports y juegos por ordenador que se ha realizado hasta la fecha en la comunidad, que impulsa FARO y cuyos patrocinadores son el Concello de Vigo, la empresa R y la Universidad de Vigo, con colaboración de Faneka Gaming y Eventbrite.