La magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Baleares Felisa Vidal ha dictado un auto por el que acuerda seguir, por el procedimiento abreviado, las diligencias contra el juez instructor del caso "Cursach", Miguel Florit, al apreciar suficientes indicios de criminalidad en la actuación del magistrado, que ordenó la incautación de los móviles de varios periodistas, entre ellos uno del periódico "Diario de Mallorca", del mismo grupo editorial de FARO DE VIGO, y obtener sus listados de llamadas y geoposicionamientos.

Vidal considera que hay indicios de delitos de prevaricación judicial, contra la inviolabilidad del domicilio, contra el libre ejercicio del derecho a la información en su vertiente del secreto profesional y de interceptación ilegal de comunicaciones. Florit habría cometido estos delitos al dictar cuatro autos, entre septiembre y diciembre del año pasado y en una pieza separada del caso "Cursach" por revelación de secretos, resoluciones que afectaron a los periodistas de "Diario de Mallorca" Kiko Mestre, de Europa Press Blanca Pou y a una redactora de la agencia Efe. Mestre y Pou no eran investigados en esa pieza separada y pese a eso, vieron como el juzgado fiscalizaba sus llamadas telefónicas -sin acceder al contenido de las mismas- y procedía a la requisa de sus móviles y otros instrumentos de trabajo.

El auto de procesamiento analiza con detalle los cuatro autos de Florit, al que culpa de no haber respetado el secreto profesional de los periodistas, de no haber fundamentado correctamente sus resoluciones y de haber optado por fiscalizar las llamadas de los periodistas e incautarles sus instrumentos de trabajo para descubrir a los funcionarios que habrían desvelado información del caso Cursach.

Vidal sostiene que los autos eran desproporcionados y que se lesionó el derecho a la información,