"Es nuestra responsabilidad y obligación no dejar que se pierda la memoria oral de las mujeres vivas que inauguraron caminos por los que las demás transitamos", aseguró ayer la periodista viguesa Magis Iglesias en Club FARO. "Ellas han abierto las puertas para que todas fuéramos recuperando derechos y presencia en la sociedad, hasta llegar a la paridad", indicó la autora de "Fuimos nosotras" (Debate) que ha entrevistado y conversado con 13 de las 'madres' de la Constitución. Parte de sus vidas está contenida en un vibrante relato que indaga en las desconocidas biografías de aquellas 27 primeras parlamentarias de la democracia. "Hicieron de amapolas en un campo yermo", ejemplificó la periodista de dilatada trayectoria profesional. La biográfica introducción de Magis Iglesias toca al lector e invita a su reflexión, al tiempo que incluye un prológo de la expresidenta del Parlamento, Ana Pastor,y el del Senado, Pío García-Escudero.

El periodista y amigo de la autora Alfonso Armada aludió al carácter independiente y crítico de Magis Iglesias y avanzó que su último libro ahonda aspectos más profundos: cómo vivían aquellas mujeres y qué coste personal se cobró para ellas la política.

Acudió a la charla una de las protagonistas del libro, la diputada constituyente por UCD Nona Inés Vilariño. La parlamentaria gallega hizo un llamamiento a los asistentes: "Este pueblo, que tiene muchas virtudes, comete muchos errores porque olvida", sentenció. Fue un sentido testimonio del coste emocional que tuvo para ella y su familia su función política. "Me parece que se ha omitido la historia de la Transición, por ignorancia o por sectarismo", indicó. "Me ha hecho tan fuerte la adversidad que no tengo miedo a confesar mis grandezas y miserias", reconoció sobre su biografía. Los capítulos históricos de ver a 'La pasionaria' y al poeta Rafael Alberti -PCE- en el Parlamento fueron reseñados con cariño. También, confesó el sentimiento unánime entre aquellas pioneras diputadas: "Queríamos parecernos más a Europa".

Otra de las biografiadas, Elena Moreno, justificó su ausencia prevista en un principio por motivos de salud. Magis Iglesias confió al público que la parlamentaria resultó herida de gravedad en el accidente de Angrois y desde entonces, sufre secuelas físicas.

Y es que durante las cuatro décadas de vida con las que cuenta la Constitución de 1978, muchísimo material se ha recogido de los parlamentarios constituyentes, de la Constitución o ponentes de la Carta Magna. Pero si en algo resultó revolucionaria la democracia española fue en la transformación que supuso para las mujeres. Y Magis Iglesias reconoció estar interesada en recogerlas a ellas "y a sus circunstancias" desde un lógico prisma feminista. Espíritu, sentimiento y emoción con el que las mujeres habían vivido la primera legislatura. El valor de la memoria oral para reconstruir la historia. "Conocíamos a los egregios padres de la Constitución y prácticamente a todos los políticos desde el inicio de la democracia, y no a ellas. Es una vergüenza que deberíamos sentir como sociedad, por no reconocer a estas mujeres. No solo fueron lo suficientemente atrevidas como para romper el statu quo que significaba la dictadura para la mujer durante el franquismo, sino para ser audaces y estar preparadas y encarar una campaña electoral", sentenció la investigadora. Entre ellas, los nombres de Carlota Bustelo, María Teresa Revilla, Belén Landaburu, María Dolores Ibárruri, Victoria Armesto, Dolors Calvet...

"No hay nada más generoso que lo que han hecho estas mujeres que me han entregado sus vidas, que es contar la verdad", aseguró Magis Iglesias. Se refirieron en varias ocasiones a un tiempo -el de la Transición- en el que el machismo "campaba a sus anchas" entre dirigentes de todos los partidos políticos. Dos anécdotas en la charla sirvieron para ilustrarlo. "El feminismo no es de izquierdas o de derechas", insistió Vilariño. La primera, fue recordada por Nona Inés y tiene que ver con el nivel de aire acondicionado (altísimo) que se sentía en la cámara. Una anécdota relacionada con la solicitud de aminorar el frío provocó suspicacias sobre la 'correcta vestimenta' de las diputadas allí presentes. Más allá de eso, Magis Iglesias comprobaría, muchos años más tarde, que el nivel de climatización del edificio "sigue pensado para hombres que visten traje y camisa en el mes de julio". El otro testimonio tenía que ver con la conciliación laboral. Solo las mujeres diputadas corrían a aquellas cabinas telefónicas de madera, hoy arcaicas, una vez había que acabado la sesión plenaria, para interesarse por cuestiones familiares y del cuidado de sus hijos.

¿Resultó anecdótico que formaciones como PSOE, UCD o PSUC introdujeran en sus listas electorales a mujeres? La respuesta a esta pregunta es un contundente no para Magis Iglesias. Las razones, para ella obvias.El panorama de los años setenta nada tenía que ver con el de la inmediata posguerra civil. Obviamente, existían aún notables diferencias con respecto a las democracias de Europa occidental, la principal de ellas la falta de libertad. No obstante, se advertía un ambiente en el cual las mujeres aspiraban a convertirse en actores fundamentales del cambio que la ciudadanía anhelaba. Sin embargo, a juzgar por el relato aportado anoche por Nona Inés Vilariño, "no nos dejaba tocar poder".

El libro, cuya portada es una leona que emula a sus congéneres machos de la entrada al Parlamento recoge las vidas de veintiuna diputadas y seis senadoras que ejercieron su mandato duranteel periodo de 1977 a 1979. Magis Iglesias realizó un ingente trabajo periodístico al acceder de primera mano a sus enriquecedores testimonios (los de las que aceptaron), que analiza con realismo y objetividad.

En un recorrido que llegó hasta cuestiones de actualidad, la periodista Magis Iglesias aludió a "un peligro gravísimo" con la extrema derecha. "Nos quieren hacer retroceder al punto cero del que partió la mujer: a casa", alertó. "Parece que nunca avanzamos. Luchamos y luchamos y volvemos al punto de partida", defendió en un mensaje a las nuevas generaciones. El desinterés o incultura sobre aspectos básicos de la democracia fue objeto de los dardos, también de la pionera parlamentaria gallega, que ayer vio en Vigo, "una ciudad como Ferrol (su ciudad natal), pero con muchos más barcos".