El surf puede ser, además de una práctica deportiva excelente, una herramienta terapéutica para tratar a menores con Trastorno de déficit de atención (TDHA), un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia que afecta a un 5% de los niños en edad escolar y que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está asociado con otros trastornos comórbidos. El surf trabaja aspectos motrices, posturales, del pensamiento, emocionales y sensoriales, lo que facilita la integración y la normalización de los menores con este trastorno. Así lo constata la experiencia de la Asociación de Niños con Hiperactividad y/o Déficit de Atención (ANHIDA) de Vigo, que ha desarrollado un proyecto pionero, denominado "Móvetes nas ondas", que emplea este deporte acuático como parte de la terapia para tratar los síntomas del TDHA.
"El año pasado hicimos una actividad piloto y fue muy bien, así que este año la hemos ampliado a más chavales y nuestra intención es ponerla a disposición de todos los socios y ver qué repercusión tiene y hacerla de forma continuada", explica Antonio Domínguez, psicólogo de Anhida, organización que trabaja con 250 socios de Vigo y su zona de influencia. En la convocatoria de este año, participaron otros 35 niños y adolescentes, así como los diez psicólogos, profesores y pedagogos que trabajan en la asociación con estos menores.
Según el psicólogo, los resultados de la práctica de surf, que lleva a cabo con la Escola de Surf Prado de Nigrán, fueron claramente visibles. Subirse a la tabla de surf les infundió energía, seguridad en sí mismos y mejoró la comunicación del grupo porque aunque no es un deporte en equipo, el surf adaptado para personas con necesidades educativas especiales se lleva a cabo en pequeños grupos -en el caso de estos menores con TDHA, de siete chavales por monitor-, lo que motiva la interacción entre sus miembros. Además, según Domínguez, se crea la atmósfera adecuada para el desarrollo de capacidades sociales, de liderazgo, de solidaridad, y de ayuda y respecto mutuos.
"Hay chavales que tienen muchas dificultades para relacionarse con los demás y cuya rutina es ir al colegio y del colegio a casa y que no mantienen contacto social. Vimos que para estos chavales, estar metidos en el mar fue una liberación, y que perdieron el miedo y mejoraron la confianza en sí mismos. Otros niños son muy introvertidos, viven muy metidos en sí mismos. Pues vimos como al día siguiente venían en manga corta, cuando siempre venían tapados", explica el psicólogo, que también destaca el papel que juega esta actividad en la capacidad de reconocer la autoridad, un problema que presentan muchos de los niños con TDHA.
Según Domínguez, las familias suelen acudir a la asociación porque el niño es demasiado inquieto y en casa presenta dificultades para acatar las normas. "Son niños que se escapan del niño movido, que obviamente todos los son, y normalmente tienen dificultades en el colegio", explica. Lo primero que hace el equipo profesional de Anhida es realizar una valoración psicopedagógica a través de una serie de entrevistas con el niño y con la familia en las que se valora aspectos como la capacidad para mantener la atención, el razonamiento verbal, la memoria, y aspectos sociales y de adaptación en general. Una vez diagnosticado, según el psicólogo, se diseña la intervención, que puede incluir el apoyo a las familias, que consiste en darles una serie de pautas educativas o enseñarles a dar unas órdenes más eficaces.
"Todo esto depende de cada caso concreto. El TDHA son unas siglas que engloba un grupo de dificultades muy amplio. Nosotros en la asociación trabajamos con niños con hiperactividad, problemas de conducta, problemas de interacción social, de relaciones familiares... Los tratamientos son psicoeducativos, es decir, trabajamos aspectos de la atención pura y dura, pero también los déficits que puedan tener en habilidades sociales y emocionales", resume.
Un hijo con TDHA puede resultar un gran desgaste para las familias. Por ello, la asociación extenderá la actividad de surf a los padres el próximo mes de septiembre como respiro familiar. "Las familias están acostumbradas a llevar una sobrecarga y a una responsabilidad y creemos que entrar en contacto con esta actividad también les puede resultar beneficioso", explica.
Antonio Domínguez - Psicólogo
"Los chavales pierden sus miedos y mejoran la confianza en sí mismos"
