La compañía farmacéutica Pfizer lleva ocultando desde 2015 que Enbrel, su medicamento exitoso para la artritis reumatoide, podría reducir el riesgo de alzhéimer en un 64%, según "The Washington Post".

En 2015, tras analizar miles de reclamaciones de los seguros, un grupo de investigadores se percató de que el fármaco tenía efectos positivos en el cerebro. Los profesionales instaron a Pfizer a realizar un ensayo clínico en miles de pacientes, que exigía una inversión de unos 80 millones de dólares, por lo que la compañía optó por no continuar explorando esta línea de investigación.

Al parecer, los investigadores redactaron un informe en 2018 con el fin de que la farmacéutica permitiera llevar a cabo un ensayo clínico. En él se aseguraba que "Enbrel podría potencialmente prevenir, tratar y retardar la progresión de la enfermedad de alzhéimer de forma segura".

Pfizer ha explicado al rotativo que, tras estudiar el caso desde 2015 a 2018, decidió cancelar esta línea de investigación, al no tener "rigurosos estándares científicos" de que dicho medicamento tuviera influencia en el alzhéimer, ya que no actúa directamente sobre el tejido cerebral.