¿Se puede establecer un paralelismo entre insectos y humanos? Para la diseñadora gallega Mónica Rodríguez Varela, la respuesta es afirmativa y la ropa es el vehículo: "Las prendas son consideradas como caparazones que utilizamos para esconder el estado de ánimo, adaptarnos al ambiente o mostrar la personalidad. Dependiendo de todo eso, las escogemos para ocultarnos o resaltar nuestra presencia", reflexiona esta creadora, que desde ayer muestra sus creaciones en el Museo del Traje, en Madrid.

Allí se inauguraba ayer una nueva edición -va la séptima- del Mes del Diseño Emergente, en el que los alumnos sobresalientes de destacadas escuelas de moda (una docena) exponen sus trabajos.

Mónica Rodríguez Varela representa a la Escola de Arte e Superior Deseño (EASD) Mestre Mateo, radicada en Compostela. Procedente de la aldea de Broño, en Negreira (A Coruña), asegura sentirse "tripolar", ya que, primero, estudió Historia del Arte para, después, pasar a Arte Dramático y, ahora, a Diseño de Moda.

Para esta creadora, lo fundamental es "jugar y cambiar" a la hora de vestirnos. Por ello, cada uno de los cuatro estilismos presentados -Gusano, Libélula, Escarabajo y Mariposa- están formados por diferentes capas-prendas que a medida que se van quitando "te vas sintiendo más vulnerable", añade.

De los insectos, le gusta el colorido pero también las texturas, así como circunstancias vitales como la metamorfosis o la posibilidad de mimetizarse con el ambiente.

Además, añade que "siempre puedes cambiar, hay que atreverse a cambiar, a jugar. En el mismo día puedes cambiar de ropa según cómo te encuentres. Quería hacer énfasis en que no todo debe estar tan encorsetado. Damos a entender que somos libres pero, al final, todos nos vestimos igual. Si no vas a la moda parece que estás fuera de lugar. A mí me gustaba plantear que al igual que un gusano puede acabar siendo una mariposa, la persona debe tener libertad para contrastes, cambiar y jugar. La moda es un arma para jugar y combinar".

Rodríguez Varela ya ha finalizado su formación en Mestre Mateo; de hecho, "Bichos" fue el proyecto fin de estudios con el que ganó el premio a mejor colección en el desfile fin de curso. Cada una de las puntadas que traspasaron las telas utilizadas fue realizada por ella, oficio que aprendió con una modista de su municipio.

Su próximo sueño

Ahora se encuentra ya trabajando en su marca personal. Su sueño es crear un pequeño taller de estampación en el que se saquen adelante piezas de 'moda lenta', si bien el diseño de estampados es lo que más le atrae porque en él se siente "muy libre". De hecho, los estampados que se muestran en Madrid fueron realizados por ella.

El empleo de técnicas de estampación en las que utilice plantas es algo que también baraja incluir en su proyecto.