"Un videojuego es industria y entretenimiento pero también cultura", aseveró Miguel Areán, quien destacó la importancia de unir las tres facetas.

Con esa valoración coincidió Rubén Romero, que reivindicó el valor cultural del videojuego. "Cuando una industria cultural eclosiona queda mucho por hacer y esta es una oportunidad de hacer las cosas bien, debemos aprovechar las fortalezas", dijo. "Y aprender de los demás y tratar de no cometer los mismos errores", completó Areán que insistió en la importancia de que las administraciones se involucren en el sector y, al mismo tiempo, frenar la fuga de talentos gallegos. "Sería un error dejar escapar a ese capital humano", sostuvo.

"Esto ya no es cosa de unos frikis, no es solo un tipo delante de un ordenador y programando, hay guionistas, diseñadores de narraciones, directores...", señaló Carlos Pereiro, que en su papel de moderador del coloquio recordó que la industria del videojuego mueve en España más dinero que el cine, con 16 millones de usuarios.