El suicidio de Verónica, de 32 años y madre de dos hijos, el pasado sábado después de que varios vídeos de carácter íntimo fueran difundidos sin su autorización a través de WhatsApp entre gran parte de la plantilla de la empresa de Madrid donde trabajaba, es una llamada de atención sobre la necesidad de tomar conciencia de las repercusiones que puede tener el mal uso de las nuevas tecnologías y de adoptar medidas para prevenir este tipo de delitos -solo el pasado año, la Fiscalía General del Estado incoó 419 por delitos de descubrimiento y revelación de secretos a través de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)-.

La fiscal de la Sala de Criminalidad Informática, Elvira Tejada, abrió ayer diligencias informativas y pidió a la Policía un informe sobre las circunstancias que rodearon el suicidio para determinar si hay actuaciones que tengan relevancia penal y puedan ser investigadas. Asimismo, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) inició proceso de oficio motivado por "la posible difusión sin consentimiento" del vídeo. Por su parte, la secretaria de Estado de Igualdad en funciones, Soledad Murillo, calificó este caso como violencia de género y pidió que la empresa Iveco, donde trabajaba la mujer, abra una investigación para que no quede impune.

Fuentes cercanas al caso informaron a Efe de que se trata de un total de cinco grabaciones de contenido íntimo y cuya propagación empezó desde dentro de la propia empresa. Las grabaciones fueron realizadas hace cinco años. CGT Iveco explicó que la afectada se dirigió a Recursos Humanos de la empresa para explicar la situación y que este departamento le aconsejó denunciar los hechos, pero ella rehusó hacerlo.

"Este tipo de actos revelan una gran falta de respeto hacia la persona, porque su intención es reírse de ella y constatan lo importante que es reforzar los valores de los menores dentro del sistema educativo porque si de verdad se respetara y se tuviera en cuenta el daño que se puede producir no se enviarían de forma masiva este tipo de vídeos", opinó Santiago Martínez, policía local de Vigo y delegado en Galicia de la asociación Stop Violencia de Género Digital, que entre otras actividades, imparte charlas de concienciación a los escolares. Asimismo, advirtió de que es imposible eliminar la información que se ha subido a la red o se ha compartido de forma masiva. "Esto es un trabajo constante que hay que introducir desde el principio y para el que no tenemos el suficiente apoyo", se lamentó el delegado gallego de Stop Violencia de Género Digital.

Ayer, un grupo de 150 trabajadores de Iveco -la plantilla suma los 2.500- se concentró en repulsa por la muerte de Verónica, mientras que otro grupo, casi todos hombres, remitió un comunicado para explicar que la mayoría de trabajadores "mostraron su disconformidad en relación a lo que estaba sucediendo", por lo que exigen que no se generalice y que se busque a los responsables.

Por su parte, el torero Francisco Rivera incendió Twitter con las declaraciones hechas en "Espejo Público" sobre que ninguna niña, adolescente y mujer envíe vídeos íntimos. "Los hombres, soy un hombre y lo digo, no somos capaces de tener un vídeo así y no enseñarlo", dijo. Muchos hombres contestaron al torero que no todos son iguales.