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Cristina Villanueva: "Las mujeres solo podemos ser feministas y no nos queda otro camino"

"Asimilamos con normalidad que una niña quiera hacer judo, kárate y fútbol, pero no que los niños quieran hacer baile y pintura y les guste el rosa"

Cristina Villanueva: "Las mujeres solo podemos ser feministas y no nos queda otro camino"

Cristina Villanueva, presentadora de informativos de La Sexta, aborda en el libro "Desplegando velas" ejemplos de mujeres exitosas en un mundo que, hasta hace poco, estaba prohibido al liderazgo femenino.

-¿Ningún cambio es posible si no incluye también a los hombres? ¿Están ellos por la labor?

-María Blasco e Iciar Bollaín son muy claras: el poder no está dispuesto a abrirse. Y actualmente el poder está en poder de los hombres. Es normal que muchos no estén por la labor debido al miedo que pueda generar perder privilegios. A los hombres aún les queda un largo camino. El primer paso es ser consciente de que los rol model actuales que tienen los hombres son tan caducos que ya hay estudios de la asociación americana de psicología alertando de graves problemas. Sólo un ejemplo sencillo del largo camino que les queda por hacer a los hombres: asimilamos con normalidad que una niña quiera hacer judo, karate y fútbol; pero no que los niños quieran hacer baile, pintura y les guste el rosa.

-¿Qué diría a la mujer que no fue a la huelga el 8 de marzo?

-Hay mujeres que simplemente no pueden. Intento comprender y escuchar sus argumentos; pero al final todo se resume en que las mujeres sólo podemos ser feministas y no nos queda otro camino. Incluso, muchas de aquellas que rehuyen del feminismo, en cuanto entablas una conversación argumental, encuentras la huella del feminismo.

-¿El nuevo feminismo no entiende de ideologías?

-Creo que la lucha dialéctica actual está forzada por la campaña electoral y sobre todo por la irrupción de Vox. Al final, todos los apellidos que se le ha intentado buscar solo responde a la necesidad de seguir siendo feminista sin molestar a nadie para no perder el voto. Así que, aunque sea deleznable la politización de la lucha por la igualdad de derechos, lo cierto es que la lucha existe, con mayor o menor ahínco en casi todas las ideologías.

-¿Se puede votar a Vox y ser feminista?

-Se puede votar a Vox y creer que eres feminista.

-Ciudadanos habla de un feminismo liberal. ¿Entiende lo que quiere decir?

-Básicamente se opone a las cuotas, a la obligatoriedad de paridad en los puestos de dirección, a las promociones internas a favor del talento femenino... Igual que hay un liberalismo económico, entiendo que el feminismo liberal pretende no decirle a las empresas cómo regularse y dejarlo todo al libre mercado... Si perpetuamos las diferencias, entonces ¿es feminismo? Defienden un feminismo privado y personal, que cada mujer pueda sentirse feminista; la pregunta es, ¿si olvidamos la esfera de la lucha en colectivo a favor de la igualdad, es feminismo? Parece un feminismo incompleto, hecho a medida. Prefiero, al menos, que haya feminismo en el ámbito privado, que no lo haya. Pero es claramente insuficiente. Ese feminismo no reportará ningún cambio.

-¿Hay mujeres que odian a las mujeres?

-El machismo no entiende de géneros. Mujeres y hombres somos machistas.

-¿Hay mujeres que al ocupar puestos de responsabilidad actúan como hombres?

-Por supuesto. Empujadas a encajar, copian los modelos masculinos del éxito. El problema es que a ojos del resto no son hombres y por ejemplo la ambición en un hombre es un valor positivo, mientras en las mujeres genera rechazo, se las tilda de mandonas y tiburones con un cariz extremadamente negativo.

-¿Qué implica amar a las mujeres?

-Amar a las mujeres es amar sus sueños y luchar con ellas para conseguirlos. Y eso, a veces, implica renunciar a privilegios, comodidades. Hombres capaces de reducirse la jornada laboral o renunciar a un ascenso porque le toca a ella. A veces es una cuestión de gestionar bien los tiempos y al final es una renuncia conjunta y a la vez una conquista conjunta.

-¿Qué generación verá una igualdad total?

-¡Aún falta tanto! Ni nuestros nietos. Y tiene mucho que ver con lo que contábamos antes. Los hombres aún no han hecho los deberes. Nosotras le hemos puesto nombre a las barreras, estamos haciendo conscientes las limitaciones inconscientes, los estereotipos... Pero los hombres no han iniciado el cambio de los modelos de aprendizaje. Me gusta penar, no obstante, que el camino de las siguientes generaciones es distinto al nuestro por todo lo conseguido... En esta cuarta ola feminista, como decía, surfean ya muchas jóvenes que tienen un elemento básico aprendido: la igualdad real no existe. Nosotras pensábamos que la igualdad ya existía y que con trabajo, esfuerzo y talento conseguiríamos todo lo que quisiéramos. Cuando no es así construyes una vida de fustigaciones hasta que eres consciente de que lo que te frena es el machismo que lo impregna todo. Y nos reconstruimos para volvernos a construir... Ese proceso de quedar aplastada bajo un muro y levantarte ya no es necesario. Las jóvenes de hoy saben que no existe la igualdad real y saben por donde hace aguas.

-¿Es inevitable que movimientos como #meToo cometan excesos a veces?

-¿Un movimiento a nivel mundial que engloba tantas sensibilidades, diferencias culturales, sociales , etcétera? Sí, normal.

-¿Hay piropos aceptables?

-Hmmmm, ¡claro! con tu pareja y lo que tú consideres aceptable.

-¿Cómo se cura el síndrome del impostor?

-Con mas conciencia de que existe y lo padeces. Con menos culpa y menos perfeccionismo. Con más amor hacia uno mismo.

-¿La maternidad dejará de ser un obstáculo para la carrera algún día?

-Espero que sí. Es increíble porque a mi la maternidad me ha hecho más eficaz, organizada, competitiva... así que en términos económicos o de productividad para una carrera, soy mejor profesional. Estimulas la imaginación para resolver problemas, te armas de paciencia en el trato con tus hijos, priorizas el bien común por delante del tuyo, abres la mente. ¿No son todo cualidades que beneficiarían a un profesional? ¿Es más, no necesitamos más líderes así? La maternidad resta porque el poder que no está dispuesto a abrirse le interesa que reste, pero en términos absolutos, suma.

-¿Se inventará la vacuna contra el mal de la superwoman?

-Ojalá. Hay que creerse un poco más que ya somos superwoman. No hay ningún héroe ni heroína de ficción (porque en la realidad no existen) que no tenga su talón de Aquiles. Quiérete mucho, quiérete más y descubre la superwoman que hay en ti. Solo tienes que desplegar las velas de tu talento y dejar que el viento te empuje.

-¿Qué tiene la cuarta ola que la distingue de las otras tres?

-Creo que hay varios elementos diferenciadores. Incluye a generaciones muy jóvenes. Niñas de 12 años en adelante interesadas en conocer cuales son las barreras que limitan y frenan la igualdad real. Son por tanto muy conscientes de las carencias actuales e incluso se convierten en dinamizadoras de sus respectivos entornos en pro de la igualdad. Es un movimiento que pretende ser integrador.

-¿En qué sentido?

-Extiende la lucha por la igualdad de oportunidades a todas las mujeres, sin distinguir entre si son madres o no, mujeres trabajadoras en el hogar o fuera de él. Un movimiento que pretende también integrar a las mujeres rurales, a mujeres racializadas, etcétera. Incluso, a pesar de lo que hemos visto, por la influencia de la campaña electoral, esta cuarta ola es trasversal ideológicamente; mujeres de diferentes ideologías políticas luchan por el feminismo con diferentes ópticas.

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