Hasta hace poco se pensaba que las operaciones de reducción de estómago conseguían la reducción de peso por un único y simple mecanismo: a menor ingesta de alimentos, menos calorías y menor ganancia de peso. Ahora también se sabe que las operaciones de cirugía bariátrica logran que los genes metabólicos se reprogramen y comiencen a funcionar igual que en las personas con peso normal. Este es el mensaje principal que la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO-SEO) y la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO) trasladan a la población con motivo de la celebración del Día Europeo de la Obesidad, que se conmemoró el pasado sábado: dar a conocer qué sucede a nivel genético en un paciente con obesidad tras ser sometido a una intervención quirúrgica para reducir su exceso de peso o al incrementar su actividad física y reducir su ingesta.
"En el caso de la cirugía bariátrica, muchos de los genes que pueden ser beneficiosos para evitar las enfermedades metabólicas y prevenir la obesidad se despiertan y comienzan a ejercer de nuevo su función correcta", explica el presidente de la SEEDO-SEO, el doctor Francisco J. Tinahones. Sucede porque al reducir el tejido adiposo tras la intervención se disminuyen también los niveles de sustancias perjudiciales que secreta el tejido adiposo, las denominadas citoquinas, lo que permite una regulación epigenética de los genes relacionados con el metabolismo.
El presidente del Comité Científico de la SECO, Felipe de la Cruz Vigo, cita un estudio de investigadores daneses y suecos en pacientes obesos antes y después de realizarles un bypass gástrico: demostraron que la cirugía puede alterar el funcionamiento de algunos de los genes relacionados con la regulación del metabolismo y alterados en la obesidad. Dichos genes se normalizaban a valores de personas con peso normal tras la pérdida de peso inducida por la intervención quirúrgica.
Otro de los especialistas de la SECO, el doctor Andrés Sánchez, destaca que el bypass gástrico es capaz de inducir cambios importantes en la concentración de los distintos ácidos biliares y alteraciones cuantitativas y cualitativas de la composición de la microbiota intestinal.
Los doctores Isabel Otero e Iñaki Maruri, con clínica en Vigo, recuerdan que "superado cierto umbral, el único modo de resolver la obesidad, a largo plazo y de forma definitiva, es la cirugía". Estos especialistas, los únicos en la medicina privada de Galicia con la máxima acreditación para realizar la cirugía de la obesidad, según la SECO, señalan que el alto riesgo de sufrir enfermedades -como el cáncer, la diabetes tipo 2 o alteraciones cardiovasculares-, o incluso la muerte, es mucho mayor que la operación. "La tecnología ha avanzado enormemente en los últimos años, con técnicas como la laparoscopia o la cirugía robotizada. En menos de una hora se resuelve el problema", aseguran estos especialistas.
La Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad indica que la intervención quirúrgica se puede considerar cuando existe un índice de masa corporal (IMC) superior a 40 Kg/m2, o un IMC superior a 35 Kg /m2 acompañado de comorbilidades. En situaciones especiales se intervienen pacientes con IMC entre 32 y 35.
Antes de llegar a la solución definitiva de la cirugía se puede cambiar el estilo de vida. Una alimentación sana y una mayor actividad física también pueden corregir la "ortografía" de los genes de la obesidad. A este respecto, la doctora gallega Ana Belén Crujeiras recuerda que el estilo de vida determina no solo la susceptibilidad de cada uno de nosotros a enfermedades como la obesidad, sino que "también influye en la susceptibilidad de nuestros hijos para desarrollarla".
Isabel Otero e Iñaki Maruri - Cirujanos
"Superado cierto umbral, el modo de resolverlo es la crugía"
