El turismo de Sri Lanka -que representa el cinco por ciento del PIB del país- se ha desplomado por las cancelaciones de las reservas y los vuelos tras los atentados del Domingo de Pascua, que se saldaron con más de 250 muertos.

"Es un gran golpe para la economía, así como para la industria del turismo", afirmó el sábado el presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena. "Para que la economía se desarrolle, es importante que el turismo vuelva a donde estaba antes de los ataques".

Las reservas hoteleras han sufrido una caída de hasta un 186 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado, según un estudio realizado por la consultora de viajes ForwardKeys. Un descenso superior al cien por cien es sinónimo de que se están produciendo más cancelaciones que reservas.

El turismo se disparó en Sri Lanka -con una costa de 1.600 kilómetros- tras el final de la guerra en 2009.

Las políticas y medidas de seguridad serán decisivas para revivir la industria y fomentar el crecimiento económico, según el Fondo Monetario Internacional.