El concierto más multitudinario de Metallica en España, también uno de los más numerosos de su propia historia, se celebró el viernes ante una multitud intergeneracional de seguidores ante los que mostraron que, tras casi 40 años, siguen "creyendo en el sueño" del rock espinoso. Kirk Hammett (guitarra), Robert Trujillo (bajo), Lars Ulrich (batería) y James Hetfield (voz y guitarra), con "una picadura de abeja" en el ojo, volvieron a ofrecer un despliegue de entrega. Fue uno de los grandes acontecimientos musicales de la temporada, con 68.000 entradas agotadas medio año antes de su celebración.

Hace ya un par de temporadas, el batería Lars Ulrich (Gentofte, Dinamarca, 1963) empezó a argumentar que la música de Metallica tiene un componente físico que necesariamente complica su interpretación en vivo durante tiempo indefinido en plan Rolling Stones. Como si salir al escenario para tocar heavy metal ante decenas de miles de personas no fuera ya de por sí un hecho milagroso cada noche independientemente de la edad. "Somos viejos, llevamos 38 años por aquí pero seguimos tocando en estos lugares tan grandes y en estadios gracias a vosotros, gracias a la Familia Metallica", dijo anoche un James Hetfield de melenita engominada totalmente blanca a las 68.000 personas que llenaban hasta la bandera la interminable y definitivamente inhóspita explanada de Valdebebas, detrás de IFEMA y casi en la T4 de Barajas.