La activista y bloguera Patricia Reina así como el naturópata y bloguero Fernando Gómez hablaron ayer en Club FARO de cómo vivir sin plástico desechable. Gómez aclaró que su lucha no es contra el material sino contra el sobreuso que realizamos de él, especialmente, en los embalajes. Para que los asistentes entendiesen la dimensión del problema, recordó que "el 40% del plástico que utilizamos es para hacer envases".

Reina y Gómez fueron presentados por Antón Lois, responsable de Educación Medioambiental de "Amigos da Terra". Los dos conferenciantes acaban de publicar el libro "Vivir sin plástico. Consejos e ideas para darle un respiro al planeta".

En esta obra, editada por Zenith, relatan cómo decidieron empezar a reducir el consumo de plástico en el hogar, cosa que no fue fácil para ellos. Asegura Fernando Gómez que "todo cambió cuando en lugar de tomármelo como una especie de penitencia, me lo tomé como un juego. El objetivo final era hacer desaparecer el plástico y, mientras llegaba allí, tenía que ir derrotando a 'pequeños malvados' por el camino".

En esa vereda, abrieron un blog que, desde el inicio, empezó a tener una buena acogida. Finalmente, tardaron 15 semanas en llegar al domingo en el que no tenían ningún plástico, lo que vivieron como "un éxito personal". Poco a poco, fueron modificando las metas y ampliando su lucha contra el exceso de basura.

Ambos recalcaron a los asistentes que cada persona no debe sucumbir al desánimo y sumar su aportación, por pequeña sea, de modo que ayudemos a tener un planeta, uno seres vivos, más limpios. Otro dato abrumador que facilitaron fue que "se usan 160.000 bolsas al segundo en el mundo".

"No podemos cambiar el mundo pero podemos contribuir a no empeorarlo", señaló Fernando Gómez. De lo contrario, recordaron que hay vaticinios de científicos que auguran que en el año 2050, habrá más toneladas de plástico que peces en los océanos.

Acabar con la basura

Para lograr el objetivo de reducir la creación de basura, Patricia Reina recomendó analizar los residuos que producimos y ver de dónde proceden. Es decir, cuál es el material desechable que impera en el cubo de la basura. Una vez se conozca cuál es, hay que pensar cuál sería el más sencillo de reducir.

A continuación, facilitó múltiples consejos. Por ejemplo, el primero fue que no aceptemos siempre bolsas de plástico. Para ello, se pueden adquirir unas de papel o, mejor, de tela para reutilizarlas y guardar las cosas que adquiramos. Así, evitamos consumir frutas o verduras envasadas con plástico.

Otra recomendación fue evitar el sobreenvasado. Por ejemplo, si queremos adquirir unos plátanos, sería mejor comprarlos sin bandeja y plástica que los cubra.

Un tercer consejo fue acudir a tiendas que vendan a granel. Al respecto, Fernando Gomez apuntó que "en Vigo tenéis más variedad de productos que en Madrid" en os de estos establecimientos.

En cuanto a las botellas de plástico, se pueden eliminar prácticamente de nuestro hogar si optamos por las botellas de vidrio.

Los tarros de cristal también nos ayudan a disminuir los envases de plásticos en casa. Al comprar cereales, pasta, arroz frutos secos u otros alimentos, podemos guardarlos en ellos.

Una fuente de almacenaje de plásticos son los productos de limpieza o cosméticos. En el primer caso, se pueden comprar a granel o incluso realizarlos nosotros mismos en casa bajo la regla del limpiador casero: agua, vinagre, bicarbonato y limón.

Hoy en día, además, no hay que recurrir a los estropajos de plásticos, hay otras alternativas en el mercado como antaño. Lo mismo ocurre con el cepillo de dientes que en lugar de plástico puede ser de bambú y cerdas naturales.

Los cosméticos también se pueden elaborar en el hogar con los aceites como principal base en la mayoría de ellos, sin olvidar que pasta de dientes y enjuagues también son posibles.

El principal problema es que los plásticos desechables acaban en el medio ambiente reducidos a partículas ínfimas que se cuelan en el agua entrando en el organismo de animales que comemos así como en el nuestro, según indicaron Reina y Gómez. Otra vía es a través de la ropa. Los conferenciantes de ayer en el Club FARO agregaron que, incluso, hay ingredientes con base de plástico en cosméticos.