Un empujón que se repite. Un insulto en el pasillo o en el patio. Un apodo que denigra. Rumores que dañan la reputación. Fotos o comentarios ofensivos compartidos por WhatsApp o redes sociales. Hay muchas formas de ejercer o de sufrir el acoso entre iguales en la escuela. Según Unicef, dos niños por aula sufren acoso.

Por otra parte, un estudio de Save the Children concluye que uno de cada cuatro menores españoles reconoce haber participado en algún acto de violencia o humillación a un compañero. Asimismo, el teléfono contra el acoso escolar del Ministerio de Educación y Formación Profesional, el 900 018 018, atendió 12.799 llamadas entre noviembre de 2017 y octubre de 2018, de las cuales, 5.557 se refirieron a posibles casos de acoso, unas cifras que podrían ser solo la punta del iceberg, ya que solo el 34,2% de los menores víctimas de acoso lo cuenta, según el III Estudio sobre Acoso Escolar y Ciberacoso de la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña.

El acoso escolar tiene efectos negativos en la salud física y emocional de la víctima, que padece ansiedad, baja autoestima, miedo, falta de concentración en clase, cambios en su personalidad y pensamientos suicidas que, en algunos casos, desembocan en suicidio. "Si una persona es constantemente atacada, humillada, violentada... y no recibe apoyo ni ayuda puede entrar en un estado de indefensión, lo cual se asocia a procesos depresivos. Puede haber una pérdida significativa de la calidad de su vida y bienestar", explica Daniel Novoa, psicólogo especialista en educación emocional.

Algunas señales pueden alertar sobre el problema. "Siempre que el niño muestre un cambio de humor o varíe sus hábitos alimenticios o de sueño, que se muestre distraído, que pierda u olvide cosas, se muestre irritable, no quiera ir al colegio o venga con la ropa rasgada hay que sospechar que algo ocurre", explica María Ferreiro, directora del Instituto de Tratamiento de la Conducta de Vigo, que aconseja como primer paso ir al colegio a informar de lo que le sucede al pequeño para que el centro esté atento.

"Aunque el primer impulso sea ir a hablar con los padres del acosador, esto no es la solución, y no porque todo padre defenderá a su hijo, sino porque puede que ni siquiera sospechen que su hijo es un acosador porque no tiene por qué ser un niño violento o presentar conductas conflictivas en otro contexto", añade la psicóloga

Pero, ¿qué impulsa a un niño a acosar a otro? No hay una única respuesta a esta pregunta. "Las causas pueden ser muchas y variadas, pero la falta de consciencia de las consecuencias, haber trabajado poco la empatía, y un ambiente familiar y escolar donde se tolera la violencia suelen ser las causas más comunes", argumenta Novoa.

En este sentido, Ferreiro apunta que el acoso puede tener distintos orígenes. "El acosador puede desempeñar este rol por dos causas: porque está teniendo algún problema (la llegada de un nuevo miembro a la familia, una ruptura, una pérdida...) o porque tenga mucha deseabilidad social y malinterprete el papel de líder", explica la psicóloga.

Asimismo, advierte de que la "normalización" de la violencia propicia la aparición de las conductas acosadoras. "Si el niño juega a videojuegos en los que el principal objetivo es matar a otras personas, banalizará la violencia, la verá como algo normal y no la considerará algo grave", explica la psicóloga.

Los psicólogos advierten de que las nuevas tecnologías agravan aún más los casos de acoso por la inmediatez y la sensación de impunidad que otorga el medio. "Es más fácil ser cruel cuando no estás viendo la cara a la otra persona y esto puede facilitar el acoso", afirma Novoa.

Pero también pueden facilitar la denuncia de estos casos gracias al anonimato que otorga la red y en este sentido, Ferrero recuerda que ya hay centros que tienen grupos de WhatsApp para denunciar el acoso. "Es muy importante concienciar a los chavales de que no ser acosado es un derecho y que estas situaciones no deben callarse, sino denunciarse", afirma Ferreiro. En este sentido, los dos psicólogos hablan de "tolerancia cero", con motivo del Día Mundial contra el Acoso Escolar que se celebra mañana.