Alrededor del acoso escolar se ciernen falsas creencias que le restan importancia a sus consecuencias y muchas veces también impiden actuar sobre el problema. Estos son algunos:

| El acoso implica siempre violencia física. El acoso también se puede ejercer a través de insultos y los desprecios, con el objeto de aislar a la víctima del grupo social. El acoso con violencia es más frecuente en los varones y el verbal o relacional en las chicas.

| Es una cosa de niños y hay que mantenerse al margen. El acoso no es una actitud que pueda considerarse propia de la infancia y adolescencia. Frases como "esto ha ocurrido siempre" es restarle importancia y pensar que se pasará solo. El acoso tampoco es un problema que los niños arrenglen entre ellos.

| Te hace más fuerte. El daño que el acoso puede provocar en la víctima es imprevisible. En muchas ocasiones, el acosado acaba sufriendo estrés crónico y se vuelve más vulnerable.

| Si te pegan, pega. Recurrir a la violencia como salida a una situación de violencia no es la solución. El papel del adulto ha de ser concienciar al menor de que no ser agredido es un derecho y que ha de pedir ayuda o denunciar estos casos.