La lamprea, ese ser prehistórico, que desde el Atlántico surca cada año el Miño para desovar, ha vuelto a cautivar a miles de personas. La fiesta, que ayer cerró el Concello de Arbo, logró reunir a más de 35.000 personas, según los datos provisionales que manejaba ayer el Ayuntamiento.

La "Festa da Lamprea de Arbo", llegó con la edición de este año a los 59 años (LIX edición) de celebración ininterrumpida y se mantiene más viva que nunca para promocionar la calidad de un producto singular de la comarca, como es la lamprea, y los vinos con D.O. elaborados en la zona, incluida en la subzona Condado de Tea, de la que Arbo es uno de sus exponentes históricos.

El grupo folk Milladoiro cerró ayer los actos festivos con una plaza mayor en la que no entraba nadie más y culminó una serie de actuaciones para todos los públicos, que tuvieron lleno absoluto.

Records de público

"Este año hemos batido récords históricos de público", destacó ayer noche el satisfecho alcalde, Horacio Gil, que aseguró que la edición de este año culmina un ciclo de fiestas muy importante. "El año próximo, que es el 60 aniversario, debe hacerse algo especial, y esperamos poder organizar una fiesta a la altura de lo que Arbo se merece", indica.

Ayer, día grande, la presencia de comensales en la Fiesta de la Lamprea fue constante desde primera hora. A las 11.30 horas ya había comensales en Arbomostra preparados para tomar unos vinos con lamprea. "Esto es lo mejor del mundo, una tapa sensacional para tomar con vino", explicó Ernesto. "Después caminamos un poco y más tarde iremos a comer lamprea otra vez", dijo.

A la fiesta de este año acudieron personas de toda el área de Vigo, pero también de algunas otras zonas y del norte de Portugal, aunque también ayer se celebró en Melgaço la fiesta "do Alvarinho e do fumeiro". "Yo soy de Madrid y vengo todos los años", explicaba María. Algunos comensales procedían de Ourense y de Santiago, pero el grueso era de la comarca. "Somos de Arbo pero vivimos en Vigo, vinimos a votar y pasar el día con la familia, y por supuesto disfrutar de nuestra gran fiesta", indicó Carmen.

La fiesta reunió a comensales de todos los públicos y aunque a los niños les entusiasma la historia del pez, que ya estaba antes de que los dinosaurios vivieran en la tierra, a la hora de comerlo son un poco tímidos.

En el Centro de Interpretación del vino y la lamprea de Arbo sabe especialmente de esto Guillermo Gayoso, que es el responsable y el encargado de explicar que lamprea sube ciega por el Miño, sin comer, pero al mismo tiempo como verdadero vampiro -durante años se alimenta chupando la sangre a otros peces- con fotosensibilidad, por lo que durante el día se oculta para subir por la noche.