En el año 2080, toda la población mundial estará expuesta en algún momento del año a los mosquitos que contagian el dengue, la fiebre amarilla, el zika, el chikungunya y la encefalitis, entre otras enfermedades tropicales. Estos insectos podrán reproducirse en prácticamente todo el planeta y amenazarán a 7.000 millones de personas, 1.000 millones más que hoy. Así lo advierte un estudio publicado recientemente en la revista especializada "PLO Neglected Tropical Diseases". De hecho, los casos de enfermedade tropicales, entre las que también se encuentra la malaria, son cada vez más frecuentes en Europa.
"Con respecto a la situación en Galicia, también se está viendo un aumento de la incidencia de estas enfermedades -advierte la médico internista Cristina Lijó, miembro de la Sociedad Galega de Medicina Interna(SOGAMI)-. Por ejemplo, tenemos datos del aumento de casos de malaria en los últimos años, diagnosticados principalmente en hospitales de la costa, en gallegos que trabajan en países donde es una enfermedad endémica".
De hecho, entre 2012 y 2017, se registraron 92 casos de malaria en la comunidad, según datos de la Consellería de Sanidade, de los cuales, todos salvo uno fueron importados, es decir, los pacientes se contagiaron durante un viaje de trabajo u ocio en el extranjero. Más de la mitad -el 53,3%- se registró en la provincia de Pontevedra.
Según la especialista gallega, hay varias razones que explican el aumento de casos de patologías tropicales en España. Por un lado, la globalización y el consiguiente aumento de viajes internacionales, tanto por ocio como por trabajo. Por otro, la migración, ya que España es un lugar estratégico de tránsito desde América y África a Europa, lo que la convierte también en una vía de entrada de muchas patologías, y además es un lugar de paso de aves migratorias procedentes de África, que pueden traer consigo insectos vectores.
El cambio climático es otro de los factores responsables del incremento de enfermedades tropicales en el continente. Según la doctora Lijó, debido al aumento de la temperatura global, España es un lugar idóneo para el desarrollo y supervivencia de algunas especies de mosquitos vectores, como son los mosquito tigre (Aedes albopictus), que ya lleva varios años expandiéndose hacia el norte por el Mediterráneo.
El pasado verano, España tuvo dos alertas sanitarias por virus tropicales emergentes: un nuevo caso de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo y los primeros casos autóctonos de infección por el virus del dengue, es decir, de ciudadanos que se contagiaron no por haber viajado a los países con transmisión endémica del virus, sino por picadura del mosquito tigre en sus lugares de residencia, según recoge la Red de Investigación Colaborativa de Enfermedades Tropicales (RICET) del Ministerio de Sanidad. Este organismo realizó además el diagnóstico del primer caso en España de Meningoencefalitis Amebiana Primaria por Naegleria fowlleri, en una niña de 10 años, que sobrevivió a este patógeno altamente mortal.
Los médicos internistas, responsables del tratamiento de enfermedades tropicales, recomiendan acudir a la consulta del viajero con al menos dos meses de antelación si se va a viajar a una zona tropical. para conocer las medidas de prevención y vacunarse si es preciso. En este sentido, la doctora Lijó recuerda que la mayoría de los gallegos diagnosticados de malaria no realizaron profilaxis o la hicieron de forma incorrrecta.
Asimismo, añade que solo el 55% de los diagosticados en España había realizado una consulta médica previa al viaje. En este sentido, alerta de la gravedad de estas enfermedades y explica que sus síntomas pueden resultar inespecíficos, por lo que si alguien que haya viajado a un área tropical presenta fiebe, diarrea y lesiones cutáneas, ha de acudir al médico e informar de los países que ha visitado en los últimos meses.
