La influencia de la borrasca que entró ayer con fuerza por el oeste peninsular barrió la península en dirección sureste y dejará copiosas lluvias, tormentas fuertes, viento intenso y mala mar en numerosas zonas de España durante toda la segunda parte de la Semana Santa; una situación de la que Galicia se librará.

Ayer apenas llovió en Galicia, y para las próximas jornadas, especialmente mañana, se aguardan cielos despejados y temperaturas que superarán ampliamente los 25 grados en muchos puntos, según MeteoGalicia y también de Aemet.

En contraste, una veintena de provincias del resto de España estuvieron ayer en alerta amarilla por lluvias, fenómenos tormentosos y rachas fuertes de viento. Las granizadas y tormentas provocaron la suspensión de numerosas procesiones y puso en peligro la "madrugá" de Sevilla.

Mañana la borrasca se situará al sur de la península, con lo que continuarán las precipitaciones en esa zona, en ocasiones de carácter fuerte, y de menor intensidad en el resto de la península -menos probables cuanto más al norte-, Baleares y Canarias. El último tramo de la Semana Santa se caracterizará por la persistencia de la inestabilidad el domingo en el este peninsular, con lluvias persistentes en el área mediterránea y menor probabilidad cuanto más al oeste, y por la llegada el lunes de un nuevo frente, que podría afectar a última hora a Galicia.