"Habrá cosas (de la catedral de Notre Dame en París) que se perderán para siempre". La aseveración la lanza, con prudencia, la experta gallega Carmen Lorenzo, directora de la Escola Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia, asentada en Pontevedra.

Lorenzo reconoce que las imágenes mostradas por los medios enseñaron un incendio "muy espectacular", pero que aún no se puede vaticinar el alcance del mismo hasta que se determine en qué grado ha sido afectada la estructura así como los bienes incluidos en ella y los distintos elementos del tejado que se vinieron abajo en la tarde del lunes.

La máxima responsable de la Escola Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia -que tiene las especialidades de arqueología, escultura y pintura- recalca que el proceso que se debe seguir es complejo y con pasos muy bien marcados.

El primero consistiría en limpiar la zona de cascotes y restos ardidos. A la par, se debería ir designando una comisión de expertos que se encargarían de evaluar la situación así como los daños.

Solo de esta manera, después, se podrían indicar las actuaciones a seguir en cada bien o estructura. Solo de esta manera, se conocería qué es lo que se puede recuperar y qué es lo que no.

Respecto a la caída de la aguja del techo, que se desmoronó a causa de las llamas, Carmen Lorenzo volvió a hacer un llamamiento a la prudencia. "Sin cuantificarse los daños, no podemos opinar qué pasará. La aguja cayó pero hay que ver si hay fragmentos que se puedan recuperar. Sabemos que las estatuas de la guja habían sido retiradas anteriormente al fuego debido al inicio de los trabajos en la cubierta, por lo que, ellas, al menos, se han salvado", indicó.

Lo que sí tiene claro es que a Note-Dame le espera un proceso "lento" y "costoso" en el que los "expertos" deberán tener en cuenta los restos que quedaron de un incendio que arrasó gran parte de las almas parisinas y de otras partes del mundo.