A partir de 2022, junto a cada uno de nosotros copilotará ISA. Son las siglas del Intelligent Speed Assistance, el asistente de velocidad inteligente que incluirán todos los nuevos modelos de turismos y furgonetas ligeras que se vendan en la Unión Europea desde ese año. Se trata de uno de los diez nuevos sistemas de seguridad que ratificará mañana martes el Parlamento Europeo, en una de sus últimas decisiones antes de su disolución por los comicios del 26 de mayo.

El ISA regula la velocidad del vehículo de manera análoga a los reguladores de velocidad existentes, utilizados generalmente en trayectos largos de autopista o autovía, para evitar tener que pisar y soltar constantemente el acelerador. Es decir, no acciona el freno, sino que limita la potencia del motor. La diferencia es que este sistema inteligente sabrá que estemos recorriendo. Para ello se valdrá de un GPS y de videocámaras que reconocerán las señales viarias.

Este sistema ya existe en varios vehículos, en parte porque Euro NCAP, el programa europeo de evaluación de seguridad de automóviles, lo incentivó premiando con puntos extra a los que lo incluyesen. El nuevo Ford Focus, por ejemplo, ya lo incluye de serie.

La medida fue aprobada el pasado 21 de febrero por el IMCO, el comité del Parlamento Europeo que regula el mercado interno de los 28 países miembros. Con ella, las autoridades europeas esperan reducir las muertes al volante en nada menos que un 20 por ciento, y las colisiones en un 30%. Jesús Monclús, directivo de la Fundación Mapfre, estima que con este sistema habría 400 víctimas menos cada año en las carreteras españolas.

De momento, el ISA podrá ser desactivado por el conductor pisando más el acelerador. Tendría que repetir este gesto cada vez que arranque, puesto que el sistema se activará con cada encendido.

La industria del automóvil -que comercializa turismos que superan con creces los 200 kilómetros por hora- y las asociaciones de conductores han mostrado sus recelos sobre el ISA, que se podrá apagar temporalmente sobre todo porque aún no es infalible un margen de error del 10 por ciento. Las cámaras pueden fallar en tramos en obras, mientras que el GPS, igual que los navegadores, necesita tener datos actualizados, algo que sabemos que no siempre se cumple.

La Unión Europea considera que se podrían prevenir más de 25.000 muertes entre 2022 y 2037 con el nuevo paquete de medidas de seguridad.

Camiones, autobuses y freno de emergencia

Los miembros de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor (IMCO) del Parlamento Europeo aprobaron el 21 de febrero una serie de nuevos estándares de seguridad que mañana serán ratificados por la Eurocámara.

Además del Asistente Inteligente de Velocidad (ISA), las medidas incluyen nuevos requisitos para los test de colisión; la instalación obligatoria de sistemas de asistencia al conductor, incluido el Frenado Automático de Emergencia (AEB), con detección de peatones y ciclistas; el sistema de mantenimiento de carril -que nos avisa si nos salimos de él de forma involuntaria-; y un nuevo estándar de visión directa para camiones y autobuses, que permitirá a los conductores tener una mejor visión de los otros usuarios de la carretera alrededor de su vehículo.

La Unión Europea, donde medio millar de personas mueren cada semana en accidentes de tráfico, admite que la clave para reducir las víctimas mortales está en las carreteras secundarias. Citan como ejemplo la reducción de 116 muertes en carreteras rurales sin medianas después de que Francia redujese la velocidad máxima de 90 a 80 km/h. En España se ha reducido de 100 a 90 km/h, y en la región belga de Flandes, de 90 a 70 km/h en 2017. Los países con menores cifras de muertes en carretera tienen el límite de velocidad bajo para los viales rurales. Es el caso de Noruega, Suiza, Dinamarca, Holanda (80 km/h) y Suecia (70 km/h).