Portugal vive azotada desde hace varios años por los incendios forestales. Tras todo este tiempo y tras comprobar lo devastador que puede llegar a ser el fuego el gobierno de Portugal se ha propuestos atajar el problema de raíz y por eso a ideado la creación de 200 nuevos puestos de guarda forestal. Nada raro si tenemos en cuenta la cantidad de monte quemado en el noreste de la península ibérica y del que tampoco se libran Asturias, Galicia o el norte de Castilla y León. Lo raro comienza con los requisitos que el gobierno luso pide para estos 200 nuevos guardas forestales que cobrarán apenas 841 euros mensuales.

Para ser uno de los 200 nuevos guardas forestales de lusos no se podrá tener cicatrices, tampoco sufrir acné. Los tatuajes también están prohibidos, como en algunas otras oposiciones que pueden realizarse en España, pero ahora vienen los requisitos realmente llamativos. Los calvos y los tartamudos también tiene prohibido el acceso a uno de estos 200 puestos de trabajo, pero van más allá aún puesto que tener caries, sufrir diabetes o hemorroides o cualquier tipo de depresión mental también hará que el aspirante a nuevo guarda forestal de Portugal quede excluido.

La medida no ha sentado muy bien entre el pueblo portugués que vive desde hace varios años en una incipiente recuperación económica y que ha llevado al país a emerger tras años de recesiones que se vieron incluso rescatados por la Unión Europea. Pese a las críticas de la población son ya 2.500 las solicitudes que el Gobierno de Portugal ha recibido tan solo unos días después de la apertura de instancias.

El país luso espera que con esta media se puedan atajar los problemas que siguen siendo uno de los mayores quebraderos de cabeza para el país vecino. El turismo se vio afectado el año pasado en las localidades del interior e incluso algunas provincias costeras tuvieron problemas de abastecimientos durante los meses de verano.

El pasado año murieron en Portugal medio centenar de personas en los cientos de incendios que en muchas ocasiones eran provocados. El Gobierno luso ya anuncio en aquel entonces que procedería a revisar su política forestal e incluso la reformaría si llegara a tener en cuenta que fuera necesario.

Los 200 empleos nuevos de guardas forestales son una medida para intentar paliar el escaso número de vigilantes que Portugal tiene de sus montes y praderas.