José Luis Gómez es uno de los astrónomos españoles inmiscuidos en la primera imagen de un agujero negro, que esta semana ha logrado colarse en las portadas de los periódicos e informativos del mundo por su interés científico pero también porque, dice, "son los objetos más extravagantes del universo".

"Los agujeros negros son realmente extraños. Son una puerta hacia fuera del universo, una puerta por la que, de cruzarla, no puedes volver", explica este científico del Instituto de Astrofísica de Andalucía -del CSIC- en la que además repasa la vorágine previa al anuncio, los nervios y la alegría de poder contar al mundo, por fin, un hito científico y perseguido.

-¿Cómo se queda uno después de ver por primera vez una imagen de un agujero negro?

-Sientes satisfacción y alegría por poder enseñarla al mundo, pero la imagen la conocemos desde el año pasado. Sabíamos que estaba ahí y que era importante, pero antes de anunciarla había que preparar muchas cosas, hacer análisis y presentar los datos con mucho cuidado.

- ¿Cómo ha podido aguantar tanto tiempo con algo tan importante guardado?

-Ha sido horroroso, la verdad que yo al menos estaba de los nervios. Tenía muchas ganas de que llegara el día 10 de abril -cuando se anunció en varias ruedas de prensa simultáneas- pero tenía miedo de que se filtrara la imagen. En días he dejado de recibir cientos de correos a solo unos cuantos.

- La imagen primera que vio, cómo era, ¿muy distinta a la que conocemos?

-Se parecía bastante. Fue en julio de 2018, en un congreso en Harvard [Estados Unidos], cuando cuatro grupos la vimos por primera vez. Durante este tiempo hemos hecho muchas pruebas para presentar al público y a la comunidad científica la mejor y más robusta instantánea. A partir de los datos observacionales hemos usado algoritmos para reconstruirla y para hacer más de 50.000 imágenes y hemos escogido la que mejor se ajusta a los datos. Aunque hemos mostrado una sola foto, en realidad durante las observaciones hicimos cuatro experimentos en cuatro días distintos y las imágenes de esos cuatro días son muy similares, lo que corrobora la robustez de la que hemos presentado.

- ¿Por qué hasta ahora no había sido posible esta imagen?

-Los agujeros negros son objetos muy grandes y este en concreto, en el centro de la galaxia M87, está a una distancia muy lejana, a 55 millones de años luz de la Tierra. Para observarlo necesitas un telescopio tan grande como nuestro planeta y así es el Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT, en sus siglas en inglés) que ha hecho posible este descubrimiento.

- De esta primera observación directa de un agujero negro, ¿se ha podido sacar alguna conclusión científica?

-Sí. Los núcleos de galaxias activas son los objetos más energéticos del universo y hemos constatado, por ejemplo, que toda ese energía enorme que producen está asociada a la caída de material entorno a un agujero negro supermasivo, en este caso el de M87, y que la imagen conseguida concuerda con la Teoría de la Relatividad General de Albert Einsten.

- ¿Cuáles son los siguientes pasos?

-Tenemos datos, tomados en 2017 y 2018, de otra fuente muy interesante, Sagitario A, el agujero negro en el centro de nuestra galaxia, que ahora estamos analizando. Esta fotografía va a ser más complicada que la de M87 porque es un agujero negro menos masivo que éste y está más cerca. Este hecho hace que varíe mucho en escalas temporales cortas, es decir cada 10 o 20 minutos, lo que supone un problema para sacar una imagen. Se mueve tanto que es muy difícil hacer una foto, por eso creemos que haríamos más una película y en eso estamos trabajando.