La espera ha terminado. La nieve comienza a cubrir los caminos de Poniente y la eterna promesa que los Stark han lanzado durante siete temporadas ya se ha hecho realidad: "el invierno ha llegado". La serie "Juego de tronos" estrena esta madrugada en España su recta final. Una conclusión que llega en seis episodios y que promete poner fin a todas las intrigas políticas que se han gestado en los Siete Reinos a lo largo de estos últimos años, además de presentar la "mayor batalla jamás rodada en la historia de la televisión", tal y como declara el productor ejecutivo de la ficción, Jonathan Quinlan. "Cincuenta y cinco noches consecutivas. Once semanas. Tres localizaciones. Nunca volveréis a ver nada como esto", afirma. Esta octava temporada es mucho más que el punto final de una historia que ha cautivado a millones de espectadores en todo el mundo y que ha ido sumando nuevos fieles en cada una de sus nuevas entregas. Desde el final de "Perdidos", en 2010, prácticamente ninguna serie había generado tantas expectativas de cara a su desenlace.

HBO, además, ha sabido cómo mantener los ánimos caldeados entre los fans después de dejarlos huérfanos durante un año entero de esas conspiraciones medievales con tintes fantásticos y muertes inesperadas capaces de desencajar la mandíbula de los espectadores por la sorpresa. "Juego de tronos" ha vuelto y su regreso viene acompañado de guerra, secretos, frío y muerte.

El cierre de la pasada temporada determinó las alianzas y las posiciones de ese complejo tablón estratégico que es Poniente para preparar una guerra que enfrentará a los humanos entre ellos mientras tratan de frenar el avance de un ejército imparable formado por muertos vivientes. La traición de Cersei Lannister (Lena Hadey) en el último momento a una promesa que había realizado ante los propios Jon Nieve (Kit Harington) y Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) anticipa que la batalla no va a ser en igualdad de fuerzas y que el Norte se convertirá en el escenario de un sangriento combate en el que solo la suerte y los giros de última hora pueden conducir a la victoria de los vivos.

Lo que es indudable es que habrá muertes. Y muchas. Especialmente de esas que no gustan al público. Al final y al cabo, estamos hablando de "Juego de tronos" y si por algo se ha caracterizado esta serie en todas sus temporadas es que uno nunca debe encariñarse con sus personajes. Esos giros de guion inesperados para el gran público han sido la clave para cautivar a una audiencia millonaria y alzar a esta ficción basada en las novelas de "Canción de hielo y fuego" de George R. R. Martin como una de las series más importantes de la historia de la televisión.

Si algo se sabe del final de "Juego de tronos" es que será agridulce, pero el factor sorpresa no dejará indiferente a los espectadores. Así lo confesaron Sophie Turner y Maisie Williams, la Sansa y Arya de Invernalia, en una de los cientos de entrevistas que han concedido en estas fechas previas al estreno de la temporada final. "Pasan cosas muy locas. No lo ves venir, todo te sorprende", señala Turner, quien también agrega que será "muy emotivo". A Williams solo le bastan tres palabras para definir su reacción cuando leyó el guion: "Guau, guau, guau".

A todo ello se suma uno de los grandes descubrimientos que se revelan en la séptima temporada, la verdadera identidad de Jon Nieve (absténgase en este punto aquellos que aún no estén al día con la ficción). Su ascendencia Targaryen supone que el antiguo bastardo del Norte sea ahora el auténtico heredero de un linaje tan poderoso como místico. Un secreto que cuando salga a la luz jugará un papel fundamental en su actual relación con la "madre de dragones" Daenerys de la tormenta y en el destino de la gran batalla que se avecina. Su alianza ha sido, sin lugar a duda, uno de los acontecimientos más esperados y celebrados por los espectadores, que durante años han esperado esa compleja unión que parecía no llegar nunca. Este enlace también ha reunido a lo que se podría denominar el "dream team" de Poniente. Un grupo de personajes queridos por el público y encabezados por el carismático Tyrion Lannister (Peter Dinklage) como mano derecha de Daenerys y en el que destacan guerreros de la talla de Jorah Mormont (Iain Glen), sir Davos (Liam Cunningham), Brienne de Tarth (Gwendoline Christie) y Sandor Clegane (Rory McCann), el perro, entre otros. Además, tras los muros de Invernalia les esperan las propias Sansa y Arya y Bran Stark (Isaac Hempstead-Wright) y Samwell Tarly (John Bradley-West), conocedores del gran secreto de la familia de Jon. Por si fuera poco, todo indica que un nuevo peso pesado está a punto de unirse a las huestes Stark-Targaryen: Jaime Lannister. El caballero interpretado por Nikolaj Coster-Waldau y que ha sufrido una de las mayores transformaciones de la serie, abandona a su hermana Cersei después de revelarle sus oscuros planes de batalla y pone rumbo al Norte para ayudar a frenar el mal que viene más allá del muro, el cual ha caído tras ser destruido por el propio Rey de la Noche a lomos de su dragón oscuro. A través del mar llega un ejército financiado por el dinero del Banco de Hierro y formado por miles de mercenarios y bestias sedientas de sangre a punto de ponerse a las órdenes de la reina Cersei y su nuevo comandante, el sanguinario Euron Greyjoy (Pilou Asbæk).

Las fichas ya están colocadas en sus posiciones y la partida está a punto de comenzar. En juego, el futuro de los vivos que habitan los Siete Reinos y la gran incógnita que lleva planteándose desde que comenzó esta mítica epopeya, allá por abril de 2011: ¿quién ocupará finalmente el trono de hierro? El invierno ha llegado y la gran batalla está a punto de estallar.