Un día antes de lo previsto, el juicio contra José Enrique Abuín Gey, alias "El Chicle", por el intento de rapto y de agresión sexual a una joven de Boiro en la Navidad de 2017, que desembocó en su detención por la desaparición de Diana Quer, quedó visto para sentencia. Acusación y defensa pusieron sobre la mesa sus argumentos finales en línea con lo que han defendido en la propia jornada de ayer y la pasada. Mientras la defensa limitó lo sucedido a un intento de robo por el que pide una pena de multa, el Ministerio Público atribuye al acusado, entre otros, un delito de detención ilegal consumado al considerar que la víctima no fue libre para poder escapar y que además quedó "tocada" a nivel psíquico.

Pero eso no fue todo. Añade que se produjo un delito de lesiones y amenazas y subraya la existencia de una tentativa de agresión sexual "gravísima". "Cuando encierras a alguien o intentas encerrarlo en un maletero, porque eso es real, ¿para qué es?" La respuesta, en su opinión, es que "El Chicle" pretendía "disponer" de la víctima "a sus anchas y en otro lugar apartado". "Hubo peligro", recalcó, para añadir: "Si los dos testigos no aparecen en el lugar de los hechos, la acción continúa y no se interrumpe y por ello el delito se consumaría".

En su informe final, el Ministerio Fiscal intentó demostrar cómo Enrique Abuín "planifica todos y cada uno de los actos y de los pasos que da mientras comete el ilícito". A su juicio, esa planificación incluye el estudio de la víctima in situ. Su objetivo, sostuvo la fiscal, que mantiene la petición de 15 años y diez meses de prisión, es "privarla de libertad, incomunicarla, dejarla ilocalizable, encerrarla y, finalmente, disponer de ella sexualmente". Todo ello, dice, sin "dejar huellas".

En aras de perfilar esa planificación, enumera una serie de datos, como el coche utilizado por el acusado, un Alfa Romeo, aunque explica que suele utilizar un Audi. Respecto al vehículo, apuntó que el acusado lleva el maletero vacío, lo que consideró una "estampa" de la planificación. Con anterioridad, agentes de la Guardia Civil que comparecieron como peritos explicaron en el proceso que el vehículo utilizado tiene un maletero estanco, que no permite salir, mientras otra perito del mismo cuerpo indicó que se hallaron dos pelos de la joven en el borde del exterior del maletero y ADN en una zona de paso de su puerta.

Mientras el abogado de la defensa incidió en la tesis del robo, la fiscal lo cuestionó en todo momento: "Si el objetivo era el móvil, ¿por qué no lo coge? ¿Por qué no le coge el bolso?" Concluye que el teléfono móvil "le importaba un pimiento", excepto a efectos de localización, y apunta que el acusado estudia el tipo de víctima y cuál es su resistencia "para su objetivo final, que es privarla de libertad y disponer de ella".

El letrado encargado de la defensa de Enrique Abuín incidió en que su cliente solo puede ser condenado por una tentativa de robo y puso de relieve lo que considera "contradicciones" de la joven, como que no vio la capucha del acusado, que la matrícula que apuntó no coincidía, que no supo determinar el arma con la que asegura que el acusado la amenazó, o que solamente había pelos en el borde del maletero, y no dentro. Asimismo, puso en duda que el coche que se ve en una de las prueba sea el de Enrique Abuín Gey y se pregunta de dónde sale la agresión sexual.

Para el letrado de Abuín, la Fiscalía ha construido su versión partiendo de "mezclar todo para intentar conseguir pruebas hipotéticas para otro caso". Precisamente por la mañana dos agentes se refirieron a lo que denominaron "modus operandi" del acusado al poner en relación tres crímenes por los que se lo investiga, lo que provocó que el presidente del tribunal recordase que hay hechos por los que no está siendo aquí enjuiciado, y la fiscal también incidió en la relación que se da en concreto con la desaparición de Diana Quer. Dijo que los casos al principio se unen y que uno es "eslabón" de otro.

Precisamente a Diana Quer se refirió el acusado durante el turno de intervención final, aunque en ningún momento la llamó por su nombre, sino "la chica de Madrid". "Quiero decir también que siento mucho lo ocurrido". Antes de referirse a la joven de 18 años de cuya muerte es autor confeso había asegurado: "Si pudiera dar marcha atrás más de dos años, lo haría, pero no puedo", y a continuación indicó: "Ojalá algún día se sepa toda la verdad, pero toda la verdad", para apuntar que se encargará de que se sepa, "pero cuando esté fuera".

El turno de palabra de "El Chicle", en el que acusó a algún investigador de mentir, motivó que el padre de la joven, Juan Carlos Quer, se levantase en la sala para pedir intervenir. El presidente se lo impidió, recordándole que estaba allí en calidad de público, pero fuera explicó a los medios que lo que pretendía era "testimoniar la presencia" de su hija porque "ella no puede estar" y él es su padre. Respecto a lo dicho por el acusado, indicó que no le merece consideración alguna y que no lo cree.