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Alerta global sobre un microorganismo resistente a los fármacos

Un hongo asesino envuelto en secretismo

España registró hace ahora tres años el mayor brote europeo de candida auris, que puede ser mortal en personas inmunodeprimidas

Cultivo de hongo candida auris en una placa de Petri. // Shawn Lockhart/CDC

Se llama candida auris, fue descrito por primera vez en 2009 y ha causado numerosos brotes hospitalarios en varios países, incluida España. De hecho, en el hospital La Fe de Valencia se registró el mayor brote europeo de este hongo, con 372 personas colonizadas -portadoras del germen pero no enfermas- y 85 con infección sanguínea. Según recordó ayer "The New York Times" en un amplio reportaje sobre este germen resistente a los fármacos, el 41 por ciento de los pacientes infectados en este hospital público murieron en los siguientes 30 días. Ocurrió en abril de 2016. El centro no emitió ningún comunicado público y los medios de comunicación apenas lo han mencionado.

¿Por qué este mutismo? Según los autores del artículo de "The New York Times", contactaron con uno de los doctores del hospital La Fe, coautor también de un artículo sobre el tema en la publicación especializada "Mycoses", y les contestó por correo electrónico que el centro no quería que hablase con periodistas porque "está preocupado por la imagen pública del hospital".

Las asociaciones defensoras del paciente de EE UU han reclamado más información sobre estos brotes para que los ciudadanos tengan todos los elementos de juicio a la hora de elegir centro hospitalario.

Otro de los brotes más importantes de Europa se produjo en el hospital Royal Brompton de Londres, que se vio obligado a cerrar su unidad de cuidados intensivos (UCI) durante 11 días y trasladar a todos los enfermos a otra planta sin emitir ningún tipo de comunicado.

El candida auris fue descrito por primera vez en el oído (de ahí la denominación auris, que significa "oído" en latín) de una paciente japonesa, y desde entonces se ha extendido por casi todo el mundo, principalmente en hospitales y residencias de la tercera edad. Se transmite fácilmente y permanece vivo en lugares inertes. Así, coloniza cualquier objeto: mesas y camas de hospital, paredes, teléfonos, fonendoscopios, termómetros... prácticamente todo.

En uno de los escasos documentos públicos existentes en España sobre este hongo, la Comunidad de Madrid señala que el candida auris "es multirresistente a los antifúngicos, siendo casi la totalidad de las cepas resistentes a fluconazol (antifúngico de uso habitual en el tratamiento de las candidiasis)".

También advierte de que puede colonizar la piel y las mucosas, causar infecciones leves de heridas y otras infecciones superficiales, así como infecciones del torrente sanguíneo (candidemia). Afecta principalmente a personas inmunodeprimidas o en estados críticos, con una tasa de mortalidad asociada estimada entre el 20 y el 40%.

Un hongo del tipo candida mucho más conocido es el candida albicans, que está presente en nuestro organismo y solo en ocasiones puede ocasionar candidiasis, una infección común y fácilmente tratable pero que puede causar graves complicaciones, incluso la muerte, si se presenta en una persona con una grave inmunodeficiencia, como enfermos de leucemia o sida.

El caso del brote de hongo aspergillus ocurrido en el hospital Meixoeiro de Vigo en 1998, que causó seis fallecidos y que llegó a los tribunales, es un recordatorio de la peligrosidad potencial de algunos de estos microorganismos.

El documento de la Comunidad de Madrid -un PDF accesible en internet- alude, sin citarlo, al brote registrado en Valencia en 2016 y que seguía activo en 2018. Pero también destaca que se han dado 7 casos esporádicos en, al menos, otros cinco centros hospitalarios de tres comunidades autónomas. No especifica cuáles.

Los hongos, al igual que las bacterias, desarrollan mecanismos para resistir a los fármacos, algo que ya advirtió Alexander Fleming después de descubrir la penicilina -que procede, precisamente, de otro hongo-. El origen de la resistencia del candida auris podría estar en los fungicidas utilizados en cultivos, según el microbiólogo holandés Jacques Meis.

Los hongos y bacterias resistentes no matan a todas las personas, sino a aquellas con sistemas inmunitarios inmaduros o mermados, como recién nacidos, ancianos, fumadores, diabéticos o pacientes que toman fármacos que debilitan sus defensas, como los esteroides.

"Problema sanitario grave"

En un artículo publicado hace algo más de un año en el periódico "El Correo", el doctor Javier Pemán, médico microbiólogo del Hospital La Fe de Valencia, donde se produjo el importante brote de candida auris de 2016, declaró que "esta levadura se disemina por la sangre y puede provocar una infección cuya gravedad depende del estado de salud del paciente". "Supone un problema sanitario grave porque tiene una alta tasa de transmisibilidad de paciente a paciente -en menos de cuatro horas pasa de uno a otro-, sobrevive en superficies inertes, es difícil de identificar por las técnicas convencionales y es resistente a uno o varios tipos de los antifúngicos habituales", apuntaba este experto a "El Correo".

El Centro para el Control de Enfermedades de EE UU, que considera el candida auris "una seria amenaza para la salud global", ha informado profusamente al respecto, al igual que el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades. Sin embargo, se mantiene el mutismo oficial respecto a los centros concretos donde ha habido brotes. Se trata de una cuestión delicada en la que están en la misma balanza el deber de informar y la obligación de no crear alarmismo.

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