La defensa de los centros de educación especial tuvo especial protagonismo en el acto institucional con el que ayer la Fundación Menela conmemoró en Vigo el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Cinco alumnos del colegio especial que esta institución gestiona en Vigo defendieron el mantenimiento de estos centros ante el proyecto de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE), conocida como ley Celaá, que fija un plazo de diez años para integrar a los alumnos con necesidades educativas especiales en centros ordinarios. Esta reforma se basa en la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que establece que no puede haber discriminación educativa por razones de discapacidad. Aunque el propio ministerio remitió hace unos días una carta a distintas organizaciones que trabajan con personas con discapacidad para calmar los ánimos desmintiendo el cierre de estos centros, la duda continúa planeando.

Los alumnos del Colegio Menela hicieron alusión a las dificultades a las que se enfrentan muchas veces las personas con trastorno del espectro autista (TEA) en los centros ordinarios, tanto de comunicación con el resto del alumnado como con el profesorado, como de comprensión del entorno. "Muchas veces nos cuesta entender el mundo de los sociales y hacerse entender", dijo uno de los alumnos.

Para estos jóvenes con TEA, el cierre de los centros de educación especial supondría truncar los sueños y esperanzas de futuro de muchos niños con autismo, que no podrían desarrollar sus capacidades. Además de la educación adaptada a sus singularidades, también reclamaron el acceso a un trabajo real, productivo y significativo que favorezca su desarrollo personal, y la accesibilidad cognitiva, es decir, la comprensión facilitada de los entornos, a través de la lectura fácil, apoyos visuales y pictogramas.

Se calcula que hay cinco millones de personas con autismo en Europa; más de 450.000 en España, que forman un colectivo de más de 1,5 millones si se tiene en cuenta a los familiares. Según Cipriano Jiménez, director general de la Fundación Menela, atendiendo a la prevalencia del TEA -se calcula que es de un 1%-, en Vigo vivirían 3.000 personas con autismo.

"Las personas con TEA reclaman: 'Nada sobre nosotros sin nosotros'", afirmó Jiménez, quien destacó la importancia del diagnóstico precoz, la atención temprana, la escolaridad específica y adaptada a la singularidad de los alumnos con TEA, la dimensión sanitaria, el desarrollo de sus capacidades laborales y artística, el empleo y el ocio para que puedan disfrutar de una buena calidad de vida.

El lema escogido este año, "Un infinito autismo. Una dinámica nueva para el autismo", pretende fomentar una sociedad más inclusiva y al mismo tiempo promover un acercamiento al autismo desde una mirada diferente, positiva y respetuosa con la singularidad y la diversidad. Para alcanzar los objetivos marcados por Autismo Europa con motivo del 2 de abril, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, abogó por la implicación de toda la sociedad. "Los 365 días del año tienen que ser un día de concienciación del autismo", dijo el alcalde.

Asimismo, se leyó el manifiesto del movimiento asociativo del autismo, que reclama, entre otras cosas, la aprobación del Plan Acción de Estrategia Española del TEA, la creación de un órgano para la investigación y formación en TEA, garantizar la detección precoz y la atención temprana desde el nacimiento, así como una red especializada de centros educativos y que garantice la libre elección de la modalidad de escolarización, medidas que faciliten el acceso al trabajo y dar apoyo a las personas en proceso de envejecimiento. Menela invitó a la jefa territorial de Política Social, Marta Iglesias; a la diputada de Igualdade y concejala de Benestar Social, Isaura Abelairas; a la portavoz del PP en el Concello, Elena Muñoz; y al portavoz de Marea de Vigo, Rubén Pérez, a leer el manifiesto junto con las representantes de las familias de Menela, Paz Alonso y Chola Núñez.

El acto, celebrado en el Auditorio Municipal do Concello, combinó la reivindicación con el carácter festivo, a través de la actuación de la Orquesta de Castro Navás, integrada por profesores y alumnos del centro que Menela tiene en Nigrán y que acoge a personas mayores de 16 años con TEA, y la realización del símbolo del infinito sobre el escenario del auditorio y después, en la plaza del Rey.